AMOR DE MI VIA
martes, 3 de junio de 2008
ACTAS DE REUNIONES DE P.E
Gracias por su Tutoria.
I. ACTA.
- FECHA: 17 de Abril de 2008.
- DÌA: Jueves
- HORA: 06:00 p.m. - 09:30 p.m.
- LUGAR: Casa de la Compañera Paula Gómez Zapata
-TEMA: El Gaitanismo.
-MATERIA: Régimen político Colombiano II
En esta reunión de p.e nos reunimos y debatimos el tema " El Gaitanismo". Trabajos en este tema desde la 06:00 hasta la 09:30 pm.
Nos reunimos una fecha antes de dar inicio al semestre para estar enterados del modulo.
Para finalizar cada uno dio sus puntos de vista y tomamos el algo y finalizo a si este encuentro de p.e.
Anexamos el escrito realizado por el p.e.
EL GAITANISMO
Después de finalizar la República Liberal (1930-1942), con la renuncia de Alfonso López Pumarejo a la Presidencia de la República, por la presión política de varios sectores liberales, que criticaban su segundo periodo por lo corrupto y el mal desempeño de la economía. López Pumarejo permitió que el Designado de la República tomara el poder y convocara elecciones para junio de 1946.
Durante el gobierno del Designado de Pumarejo, el Partido Liberal, afectado por la ausencia de su líder natural, Pumarejo, entró en una pugna interior por su liderazgo. Mientras que las toldas conservadoras, que no llegaban al Palacio de San Carlos desde 1930, se concentraban alrededor del presidente del Directorio Nacional Conservador, Mariano Ospina Pérez. El discurso sosegado de la nueva tendencia conservadora encontró asidero en la convulsionada sociedad colombiana, mientras que el liberalismo finalmente se declaró dividido entre Turbaistas y Gaitanistas. El turbaismo, representaba a las elites comerciales y al viejo liberalismo elitista que instauro la República Liberal, eran los representantes de la continuidad del proyecto de las Presidencias de Eduardo Santos y Enrique Olaya Herrera. El Gaitanismo, era una fresca corriente dentro del Liberalismo que se originó en Jorge Eliécer Gaitán, el líder del extinto partido UNIR (Unión Nacionalista Izquierdista Revolucionaria), que aunque ni Marxista o radicalmente revolucionario, concentraba diversos matices del pensamiento original del Manifiesto Liberal de Ezequiel Rojas, el fundador del Partido Liberal. Gaitán manejaba bien a las masas, mientras que Turbay era muy lejano. Para mediados de 1945, la Dirección Nacional Liberal escogió la candidatura de Turbay como la oficial, dejando la Gaitanista, como una tendencia independiente. En este clima político, Mariano Ospina encabezaba un conservatismo unido que arrazo en las Elecciones Presidenciales de 1946. En el discurso de la toma de posesión, Realizado en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional, Mariano Ospina Pérez pidió comprensión a la extrema derecha conservadora, y a los sectores representantes de la tendencia Gaitanista que cedieran diferencias y que con su voluntad el formaría un gobierno de Unidad Nacional. El gabinete fue distribuido igualmente entre ambas tendencias, Pero los Ministerios más importantes fueron retenidos por el Partido Conservador, dejando las ideas de unión nacional en el aire. A pesar de las diferencias y crispaciones políticas del Gobierno de Mariano Ospina Pérez, su gobierno tuvo resultados positivos, como la Ley de Hidrocarburos, La creación de Telecom y organización de ECOPETROL, leyes de trabajo y el Instituto de Seguros Sociales. En las ciudades, el ambiente que se respiraba, guardaba cierto orden y concordia, pero la situación en el campo empeoraba cada día más, El creciente caciquismo, retenido por los hacendados conservadores, se convirtió en motivo de rabia para los ahora empobrecidos comerciantes liberales, que perdieron esta posición. La crispación se convierte en violencia y leves escaramuzas públicas entre liberales y conservadores, pero el gobierno afirma que eso son rencores que no prosperaran. El gobierno se equivoco, Gaitán sabia que el era el Jefe Natural del Partido, y lentamente su ideología se desradicalizo, entrando también en las mentes de la clase media trabajadora, que crecía abrumadoramente. Encabezando numerosas protestas, como la famosa protesta del Silencio, Gaitán adquirió más fama, hasta ser conocido en todas partes. El Conservatismo estaba preocupado, pues se le acababa su cuarto de hora... Esa clara mañana del 9 de abril de 1948, Gaitán salía de su casa para la Oficina, cerca de la Av. Jiménez, y cuando salió a almorzar, un hombre se le acerco, saco un arma y le disparo. La conmoción general se transformó en una turba, que mutilo y paseo por las calles el cuerpo del magnicida, Juan Roa Sierra. Condeno el, Pese a todos los inconvenientes, López consiguió implantar una reforma laboral que había dejado esbozada en su primera administración. En ella se desarrollaban apartes de la reforma constitucional de 1936, comprendiendo que en una economía en vías de actualización capitalista, había que codificar la relación patrón-obrero, pues la fuerza de trabajo debía organizarse con sistemas de contratación y jurídicos más estables. Entonces, el sindicalismo, con el fin de armonizar la condición obrera con las necesidades estructurales de la industrialización, y se garantizó el derecho a la huelga. Ya en su mandato, sacó adelante una nueva reforma constitucional que incluyó la concesión de la ciudadanía a la mujer, pero sin derecho a votar; la prohibición para los militares de sufragar y la disminución del número de debates para la aprobación de leyes, entre otras medidas Cabe detallar la relación de López con los trabajadores, ya que ha sido considerado uno de los presidentes colombianos con mayor respaldo en la clase obrera, por haber sido, como ya se dijo, un fiel garante de sus derechos. Durante sus presidencias, López renunció en cuatro oportunidades (1936, 1937, 1944 y 1945), y todas las veces se generaron enormes manifestaciones de trabajadores en favor del presidente para evitar su renuncia, pero la última vez, la renuncia fue irrevocable.
Debido a la crisis desatada y a profundos problemas familiares (grave enfermedad de su esposa, que lo obliga a separarse del poder, por seis meses, octubre de 1943 a mayo de 1944, siendo sustituido también por Echandía), presenta su renuncia irrevocable al Congreso y entrega el poder a Lleras Camargo, nuevo Designado Presidencial y Ministro de Relaciones Exteriores habían tenido la misma suerte que el Caudillo inmolado. Para quienes tomaron las armas en los campos, alentados inicialmente por la Dirección Liberal, la razón de ser de su lucha estaba en la rabia y frustración de lo acontecido, una vez que Ospina y luego Gómez, retomaron con fiereza la conducción nacional, después de sometidos los últimos residuos de la revuelta “nueve abrileña”.
De su parte, la Dirección Liberal adujo que el gobierno de Ospina se había vuelto ilegítimo, porque el mandatario clausuró el Congreso Nacional de mayoría contraria, en 1949. La razón de la clausura, según el vocabulario oficial, estaba en que el legislativo le había Declarado la guerra civil al Presidente por su intento de anticipar las elecciones presidenciales y por los hechos violentos que tuvieron como escenario al mismo recinto congresional. De todas maneras, las elecciones presidenciales se efectuaron en junio de ese año, sin que el partido conservador tuviera contrincante, por el retiro de la candidatura de Darío Echandía, amenazado de muerte. El “ganador” sin rival tuvo que ser, nadie más y nadie menos, que el radical Laureano Gómez.
La corta gestión de quien fue el mayor adalid de la derecha (se incapacitó para seguir gobernando por razones de salud y luego fue derrocado) significó una violencia todavía mayor puesto que él interpretaba la problemática nacional como un complot que, según su dialéctica, era en parte liberal y en parte comunista, desdeñando el componente social. En efecto, Gómez encarnaba la reacción autoritaria y clerical, ésa que pretendió darle al conservatismo un poder hegemónico, que se ensañó contra los liberales, pero también contra los protestantes y los masones; la tolerancia religiosa y la libertad de conciencia, si se enunciaban, eran condenadas. El Designado a la Presidencia, quien se hizo cargo de la primera magistratura, Roberto Urdaneta Arbeláez, continuó con los métodos del titular.
Más aún, el presidente Gómez, lejos de buscar el entendimiento, trató de legitimar su presencia en el poder mediante una Constitución que sería elaborada de acuerdo con el modelo español del dictador Francisco Franco. Su derrocamiento lo impidió, pero en cambio acostumbró a la nación a vivir en permanente estado de sitio, equivalente a lo que en otros países, como España, se denomina estado de guerra, consistente en la restricción de las libertades civiles. La historia enseña que esta regulación que debería ser excepcional, empleada en forma sistemática, engendra rebeldías como las de tipo armado. Como la libertad y los derechos de las personas resultan inexorablemente recortados, los gobiernos que la practican quedan, como afirman algunos tratadistas, en condiciones de “dictadura legal”. Otros juristas están convencidos De que estado de sitio crónico y régimen democrático, son incompatibles. Por eso, gobiernos como el de Gómez o Urdaneta fueron calificados de dictaduras civiles. De otro lado, la verdad es la de que a las fuerzas armadas les ayudaron, en su tarea de represión, grupos que hoy llamaríamos paramilitares, del tipo de los “pájaros” del Valle del Cauca. La policía, ahora de filiación conservadora, masacró campesinos liberales; por ejemplo, en el departamento de Boyacá; esos agentes asesinos fueron los tristemente famosos “chulavitas”, así llamados porque buena parte de ellos había nacido en la vereda de Chulavita, municipio de Boavita.
En vísperas del “golpe de opinión” del general Rojas Pinilla, el movimiento subversivo expidió una ley relativa a los derechos de las gentes en general y de las mujeres en particular, y demandó que nadie quedara excluido de la toma de decisiones políticas, todo lo cual bautizó como “La revolución de los Llanos Orientales de Colombia”. Esa “revolución” pretendía sustituir el “Estado dictatorial y violento” por un Estado “democrático y popular”.
Una vez llevada a cabo la llamada pacificación de Rojas Pinilla, los guerrilleros de los Llanos fueron amnistiados, al igual que quienes se alzaron en Antioquia y el Tolima. (También había resistencia armada en Boyacá, el antiguo Caldas, Cundinamarca, Santander y el Valle del Cauca). De todas maneras, la Violencia significó, para quienes profundizaron en el problema, el desajuste de las instituciones fundamentales, la trasformación de las reglas en cuanto a la tenencia de la tierra y una emigración de los campos hacia las ciudades que el Estado todavía hoy no ha podido enfrentar con eficiencia.
Bueno es recordar aquí que una vez escuchadas las promesas del Jefe Supremo en el sentido de brindar “Paz, Justicia y Libertad”, fueron los guerrilleros liberales quienes le pidieron perdón por los crímenes que pudieran haber cometido desde el Bogotazo; además le solicitaron incorporar a la economía nacional esas regiones donde habían combatido y conceder a los que huyeron de la persecución oficial, sin ningún represalia.
En el fondo se trataba de brindar los mismos derechos a todos los colombianos. El gobierno militar pactó con quienes anunciaron que se acogían a la vida civil y amenazó a aquéllos que persistían en la rebelión para que destituyeran las armas. Pero la desmovilización no resultó fácil, a pesar de que la propaganda oficial la presentó de modo triunfalista.
Aparte del 9 de abril de 1948 con todo su significado, estuvo el llamado “autogolpe de Ospina” de 1949 (cierre del Congreso) y la consiguiente abstención liberal. Parecía que la nación se encaminaba a la guerra civil, a lo cual contribuyó poderosamente la politización de la policía, que fue primero obra de la segunda administración de Alfonso López Pumarejo y que luego el conservatismo tomó muy en serio, sobre todo por parte del sector laureanista.
Otra fecha importante en este acontecer que llegó a los máximos horrores de crueldad y sevicia, fue el intento hecho a finales de 1951 para que se entendieran los partidos políticos, iniciativa de los liberales y que contó con las alas alzatista (del dirigente Gilberto Alzate Avendaño) y ospinista de la colectividad contraria, pero saboteada por quienes seguían al presidente Laureano Gómez.
A mediados de 1952 la pugna ínter partidista arreció debido a los motines que tuvieron lugar en Bogotá, después del entierro de unos policías cruelmente asesinados y que se concretó en el incendio de los diarios El Tiempo y El Espectador, así como de las residencias de los dirigentes liberales Alfonso López Pumarejo y Carlos Lleras Restrepo, los cuales tuvieron que exiliarse.
PREGUNTAS:
El p.e. Nos preguntamos ¿por que en nuestros tiempos todavía se vive esta clase de violencia tan cruda a sabiendas que somos seres evolucionados?
CONCLUSIONES.
Fue un momento de nuestro país que marco la historia política de nuestro país y la tomamos como reseña histórica para los momentos que estamos viviendo.
ACUERDOS:
El p.e. esta comprometido con la tutoría y desarrollarla a cabalidad entre todo el grupo.
OBSERVACIONES:
Esperamos que la tutoría sea de nuestro mayor interés.
II. ACTA.
- FECHA: 22 de Abril de 2008.
- DÌA: Martes
- HORA: 06:00 p.m. - 09:30 p.m.
- LUGAR: Casa de la Compañera Paula Gómez Zapata
-TEMA: La generación de la violencia en Colombia.
-MATERIA: Régimen político Colombiano II
En esta reunión de p.e nos reunimos y debatimos el tema " La Generación de la violencia en Colombia". Trabajos en este tema desde la 06:00 hasta la 09:30 pm.
Aquí ya empezamos a evidenciar la gran problemática que existe en nuestro país y la cual dará paso a la ola de violencia que se desatará en nuestro País.
Para finalizar cada uno dio sus puntos de vista y tomamos el algo y finalizo a si este encuentro de p.e.
Anexamos el escrito realizado por el p.e.
LA VIOLENCIA EN COLOMBIA
La violencia política colombiana que tuvo lugar entre 1947 y 1965 fue, para la clase dominante, un estigma que ha pretendido por todos los medios borrar. Esa clase propició el clima de conflicto y desencadenó esa especie de guerra civil que se prolongó sin cuartel por espacio de casi veinte años y produjo aproximadamente 200.000 muertes, más de 2.000.000 de exilados, cerca de 400.000 parcelas afectadas y miles de millones de pesos en pérdidas. Por los efectos que trajo, la Violencia ha sido el hecho socio-político e histórico más impactante en lo que va corrido del presente siglo y, quizá, también el más difícil de esclarecer en todas sus connotaciones, en razón de los múltiples factores que intervinieron en su desarrollo. Son numerosas las explicaciones que se han dado, sin que pueda afirmarse que tal o cual responde a todos los interrogantes propuestos. Las tesis que la explican van desde las económicas, sociales, históricas, hasta las psicológicas, morales, culturales y étnicas. Todas ellas revelan, de un lado, la abundante literatura que se ha producido al respecto y, de otro, que el fenómeno de la Violencia resulta más complejo de lo que supusieron, en su explicación, cada uno de los estudiosos de la misma. Al margen de cuáles sean las causas, los miles de muertos de ese tiempo apocalíptico son y siguen siendo víctimas, porque aún no han sido reivindicadas sus muertes. No se ha hecho justicia a ese pueblo que se incitó a matarse entre sí, a esa guerra fratricida que no comenzó para que se desarrollaran sin piedad en nombre de dos banderas que, desde 1849, poco beneficio le ha reportado. Así lo testimonia, desde la literatura, la mayoría de las setenta y más novelas sobre la Violencia.
Los autores se esa época cruenta siguen tan campantes desempeñando los mismo puestos de dirección en todas las instituciones públicas y privadas como sin nada hubiera sucedido. Todos ellos, al unísono reclaman hoy, como vindicaron ayer, la "unión nacional", la "concordancia", sabiendo de antemano que la violencia es mejor negocio que la paz. Desde la historia republicana se confirma dicha práctica. Durante la guerra civil de 1876, una de las cincuenta y nueve que hubo en el siglo XIX y que produjo diez mil muertos, fue notoria la tendencia de convertir el conflicto en oportunidad para disponer en beneficio de los victoriosos los bienes de los derrotados. Desde entonces, esta tendencia se ha acentuado y, como señalara el presidente Rafael Núñez en 1886, "al juzgar por los varios disturbios locales, la vida corre menos riesgo que la propiedad" (1886:108). "Se formó -sostiene Rodríguez Piñérez- una clase de gente que negoció con la guerra y a quien aterraba la paz con todos sus horrores, puesto que acabaría con sus medios de enriquecimiento a expensas de la sangre, sufrimiento e ignorancia de otros" (1945:194-195). Cincuenta años después, durante la Violencia, se conforma cómo el conflicto no afecta el capital ni disminuye los beneficios económicos de las clases dominantes, por el contrario, se produce una sensible concentración de capitales. Las sociedades anónimas, tanto nacionales como extranjeras, reportan grandes utilidades, y algunas, el capital se multiplica por tres. Los grandes capitales declaran enormes beneficios. Las utilidades de las sociedades anónimas extranjeras llegan a 161.89%.
Durante veinte años de violencia se instaura el imperio del terror en los campos y poblados, se despoja al campesino de la tierra y de sus bienes, o se le amenaza para que venda a menos precio. Se asesina selectivamente o de una manera masiva, la sevicia o la tortura contra las víctimas no tiene límite, se amedrenta a los trabajadores descontentos. Se produce un éxodo masivo hacia las ciudades, refugio temporal de los desheredados que pronto engrosan la marginalidad y se convierten en problema social por el abandono en el que se los deja.
La sociedad colombiana ha sido por tradición -impuesta-una sociedad olvidadiza: no se sabe si es por falta de perspectiva histórica, de coraje, o por la incapacidad para asumir la verdad. El olvido ha sido el mecanismo de defensa utilizado por la clase dominante para negar una historia de explotación y atropellos. El olvido, la desmemoria, hacen parte de la filosofía con la que se monta el Frente nacional (1958) para relegar al silencio el funesto pasado. Hay que "vigilar el ruido del corazón", decía, ante el temor de que renaciera de nuevo la pugna partidista. Sin embargo, ese silencio forzado no puso fin a la violencia; apenas logró desenfocarla de la atención nacional. De fenómeno político pasó a ser considerado como un caso de policía, sin que, paradójicamente, nada sustancial hubiera cambiado en la situación de guerra civil interna, diseminada, entre campesinos liberales y conservadores. Se aplicó una asepsia, más no se extrajo el tumor. Pero esa violencia abierta, como lo señalara en 1964 uno de los autores de La violencia en Colombia, cuyo retroceso puede quedar registrado en las estadísticas oficiales, va dando paso a otra más sutil y peligrosa, por ser subterránea. En muchas regiones donde parece muerta, la violencia sigue viva en forma latente, lista a expresarse por cualquier motivo, como las brasas que al revolverse llegan a encenderse. Esta modalidad es peligrosa, por sus imprevisibles expresiones... y sobre todo en la certeza parecida a la espada colgante de Damocles de que cualquier acto imprudente o muerte de personas estratégicas en el pueblo, podría desencadenar de nuevo toda la tragedia nacional.
La desmemoria también germinó en muchos intelectuales. La adoptaron para eludir la realidad que se les evidenciaba de mil formas y/o para evadir cualquier responsabilidad. Con el olvido, el país se quedó sin historia o con una cortada a machetazos; historia desvirtuada o ignorada en las versiones oficiales y en los textos escolares, donde se muestra sólo una colección de caricaturables superhéroes. Pero el pueblo no ha podido olvidar lo ocurrido, ya que el tiempo de la muerte no ha dejado avanzar el tiempo de la vida. El espectro de la muerte multiplicado le ha recuperado la memoria. Es ese el sentimiento que una mujer del pueblo de La mala hora de García Márquez refleja límpidamente y se lo enrostra al teniente-alcalde que ha traído el terror al pueblo, siguiendo "órdenes superiores": La literatura colombiana, generalmente ausente del acontecer social y como producto mediocre de una cultura dominada y dependiente -salvo unas cuantas excepciones-, no pudo marginarse del movimiento sísmico de la Violencia. Esta se le impone y la impacta aunque de una manera desigual y ambigua. En una primera etapa, la literatura sigue paso a paso los hechos históricos. Toma el rumbo de la violencia y se pierde en el laberinto de muertos y de escenas absolutamente de la historia. Pero poco a poco, a medida que la violencia adquiere una coloración distinta al azul y rojo de los bandos iniciales en pugna, los escritores van comprendiendo que el objetivo no son los muertos, sino los vivos, que no son las muchas formas de generar la muerte, sino el pánico que consume a las víctimas. Lentamente, los escritores se despojan de los estereotipos, del anecdotismo, superan el maniqueísmo y tornan hacia una reflexión más crítica de los hechos, vislumbrando una nueva opción estética y, en consecuencia, una nueva manera de aprehender la realidad. Lo que sorprende es que un país sin ninguna tradición narrativa configurada, en menos de veinte años, es decir, entre "el bigotazo" en 1948 y 1967, fecha de aparición de Cien años de soledad, publiquen tantas novelas sobre el tema. Nunca antes se había escrito tanto y de tan heterogénea calidad sobre un aspecto de la vida socio-política contemporánea colombiana. Desde el punto de vista de la historiografía literaria, este hecho marca un hito y funda una tradición cultural que continúa hasta el presente.
Entre 1946 y 1966 se pueden considerar tres etapas de violencia: la violencia oficial de origen conservador entre 1946 y 1953; la violencia militar de tendencia conservadora entre 1953 y 1958; y la violencia frente nacionalista de alternancia de los dos partidos tradicionales, desde 1958. En el siguiente cuadro se aprecia el número de muertes en los diferentes gobiernos en la época de la violencia, y el número de novelas que se publicaron durante cada periodo de gobierno. El interés reside no en la acción ni en el drama que se vive al momento, sino en la intensidad del hecho, en la secuela que deja el cuerpo violentado (la tortura, la sevicia) o en el rencor que se aviva al paso del tiempo. Para lograr una perspectiva así, se precisa de un distanciamiento de los acontecimientos tanto temporal como emocionalmente. Son precisamente los escritores que vienen después de los de la generación "de la violencia", los que están mejor equipados técnica y estéticamente, y pueden escribir sobre ella de una manera más crítica y reflexiva.
No pocos ven en la Violencia el funcionamiento de un sistema bárbaro, semicapitalista, inhumano, pero no atinan a descubrir los mecanismos de ese funcionamiento. En estos novelistas se produce una crisis de identidad que no logran resolver. Esta se manifiesta en una práctica escritural que deja entrever el tipo de mediaciones que la cruzan, particularmente de tipo socio-ideológico, donde se observan no sólo visiones particulares de la realidad, sino también ciertas formaciones sociales que se interponen. Conscientes de su complicidad -aunque sólo fuese la complicidad del silencio- de su clase de mantenimiento de una sociedad basada en la explotación de otras clases, esos y otros escritores se alejan de ella, la repudian consciente, política y públicamente, y se solidarizan, por simpatía, con quienes van a ser sus personajes, pero no logran, en compensación, identificarse con ellos: pertenecen a otra clase, a otra mentalidad, a otra cultura cuyos símbolos no aciertan a descubrir o a interpretar. Se quedan, entonces, a medio camino, en una suerte de "tierra de nadie ideológica" que, sin embargo, resulta pertenecer a alguien: a la propia mentalidad de clase que pretenden condenar y abandonar.
PREGUNTAS:
A raíz de tanta violencia vivida en nuestro país, cuales serian las posibles soluciones para poder vivir en un país en paz?
CONCLUSIONES.
Que todos los colombianos debemos concientizarnos del gran problema de violencia que estamos afrontando y que debemos buscar las mejores soluciones para mejorar esta situación.
ACUERDOS:
El p.e. esta comprometido con la tutoría y desarrollarla a cabalidad entre todo el grupo.
OBSERVACIONES:
Nos pareció superbuena la nueva metodología de enseñanza del tutor.
III. ACTA.
- FECHA: 24 de Abril de 2008.
- DÌA: Jueves
- HORA: 06:00 p.m. - 09:30 p.m.
- LUGAR: Casa de la Compañera Paula Gómez Zapata
-TEMA: El Gobierno de Alfonso López Pumarejo
-MATERIA: Régimen político Colombiano II
En esta reunión de p.e nos reunimos y debatimos el tema " El Gobierno de Alfonso López Pumarejo". Trabajos en este tema desde la 06:00 hasta la 09:30 pm.
Durante su gobierno concibió y llevó a término un conjunto de reformas en los ámbitos constitucional, agrario, tributario, judicial, universitario, laboral y de política internacional.
Para finalizar cada uno dio sus puntos de vista y tomamos el algo y finalizo a si este encuentro de p.e.
GOBIERNO DE ALFONSO LÓPEZ PUMAREJO
En 1915, Alfonso López inició su carrera política al interior del Partido Liberal, primero como diputado a la Asamblea del Tolima y luego como representante a la Cámara (1925-1930). A la par con sus inicios en las corporaciones públicas, se destacó como columnista político del "Diario Nacional" y "La República", desde donde empezó a ser más conocido en los círculos políticos, así como entre la gente del común, como un líder comprometido con la causa de su partido. Como empresario, participó en la fundación del Banco Mercantil Americano, la Compañía Mercantil de Ultramar y el Diario Nacional. Por esta época conoció y trenzó amistad con el también joven y sobresaliente líder conservador Laureano Gómez, junto a quien se encargó de promover la renuncia del presidente Marco Fidel Suárez en 1921; pero pocos años después, cuando Gómez y López pasaron a liderar sus respectivos partidos políticos sus caminos se separaron y se convirtieron en partidarios contradictores. En 1922 ejerció por algunos meses el Ministerio del Tesoro.
Convertido en el más aguerrido líder de la oposición liberal, en 1929 fue elegido director del Partido Liberal Colombiano en asocio de los generales Antonio Samper Uribe y Leandro Cuberos Niño. Los generales Samper y Cuberos eran dos veteranos militares, fieles durante toda su vida pública al partido liberal y a sus líderes, los fallecidos generales Rafael Uribe Uribe y Benjamín Herrera; por esta razón habían sido escogidos como directores del partido, pero fueron opacados rápidamente por López, quien era mucho más hábil como político. Causó un gran revuelo político cuando en la convención liberal de ese año propuso que "El liberalismo se debe preparar para retomar las riendas del poder", en un momento en que no parecía haber forma de derrotar a un Partido Conservador que gobernaba desde 1886. Para las elecciones de 1930 el conservatismo no logró reunirse en torno a una candidatura, y sus electores se debatían entre el general Alfredo Vázquez Cobo y el poeta y ex ministro Guillermo Valencia. Este hecho fue visto por López como la oportunidad de recuperar la presidencia para el liberalismo. Ha sabiendas de que su candidatura podría provocar la unión conservadora (debido a su franca beligerancia contra el régimen), López propició y coordinó la candidatura del embajador de Colombia en Estados Unidos Enrique Olaya Herrera, un destacado liberal que en varias ocasiones había servido como ministro de los gobiernos conservadores y no generaba mucha suspicacia entre los dirigentes de ese partido. Efectivamente en las elecciones ganó el partido liberal, gracias a la división de Vázquez y Valencia y al manejo estratégico que López le dio a esta oportunidad con la candidatura de Olaya. Durante el gobierno de Olaya, López tuvo una participación destacada como diplomático, claro que sin ningún cargo determinado, sino como delegado del presidente para varios asuntos trascendentales, como la negociación final de la paz con Perú, pactada en Río de Janeiro en 1933, tras la guerra de 1932. Durante estos años López se mantuvo como máximo líder del partido liberal, y pocos dudaban de su candidatura presidencial para el siguiente periodo.
Durante su gobierno concibió y llevó a término un conjunto de reformas en los ámbitos constitucional, agrario, tributario, judicial, universitario, laboral y de política internacional. Su gobierno recibió el nombre de Revolución en Marcha, concepto esgrimido por él mismo como "el deber del hombre de Estado de efectuar por medios pacíficos y constitucionales todo lo que haría una revolución por medios violentos".
El cuatrienio de 1934 a 1938 fue una controversia de principio a fin. Cada una de las reformas propuestas por el presidente suscitó la reacción alarmada de un sector acomodado de la población que veía vulnerados sus privilegios. Es así como la oposición al gobierno se concentró, además del Partido Conservador, en la Iglesia, los industriales y los terratenientes.
Aplicó en economía la teoría intervencionista del New Deal, promovida por Franklin Delano Roosevelt en Estados Unidos; estableciendo como norma constitucional el intervencionismo de Estado; ahora éste intervendría en la economía del país, con la intención no sólo de racionalizarla, sino de dar al trabajador una protección, introduciendo un equilibrio entre las relaciones obrero-patronales; precisamente la reforma reconoció legalmente el derecho a la huelga y el gobierno promovió activamente la formación de sindicatos. La reforma constitucional estableció la definición de la propiedad por su función social. Entre los efectos más notorios de esta nueva norma, se encuentra el derecho del Estado para realizar expropiaciones de terrenos, bajo el principio de la utilidad pública, especialmente en los extensos territorios ociosos de los terratenientes.
Reforma Tributaria
Fortaleció el sistema tributario, obligando a las grandes empresas a aumentar sus impuestos. La reforma tributaria estableció que las industrias y grandes empresas tributaran más que antes. Se elevó el impuesto a la renta; consiguió que las rentas consolidadas por posesión de capital fueran gravadas más fuertemente que las derivadas del trabajo; es así como se crearon los impuestos de patrimonio y exceso de utilidades y se introdujeron cambios en los impuestos sobre la masa global hereditaria, asignaciones y donaciones. Todo esto con el fin de captar de las franjas más adineradas de la población los recursos necesarios para la realización de obras públicas en los sectores de salud, educación y transporte, especialmente. Esta reforma generó una grave rencilla entre el gobierno nacional y los grandes empresarios, acostumbrados a aportar una cantidad mínima de sus utilidades al fisco.
Reforma Agraria
Basándose en la norma constitucional de la función social de la propiedad, explicada anteriormente, el presidente López promovió una reforma agraria, la primera llevada a cabo en el país, que incluyó normas sobre la explotación de la tierra, los derechos de los arrendatarios y colonos sobre las tierras de los patronos y las condiciones laborales óptimas para los jornaleros. Este debió ser "el comienzo de la revolución agro-industrial, la que tenía en su favor muchos elementos para realizarse si el liberalismo se hubiera decidido"; pero nuevamente, López contó con el rechazo de las clases adineradas del país, en este caso no de los industriales, sino de los terratenientes.
PREGUNTAS:
Cuales fueron los grandes aportes que este presidente realizo en nuestro país?
CONCLUSIONES.
Este gobierno debió ser "el comienzo de la revolución agro-industrial, la que tenía en su favor muchos
ACUERDOS:
El p.e. esta comprometido con la tutoría y desarrollarla a cabalidad entre todo el grupo.
OBSERVACIONES:
Esta tutoría es excelente.
IV. ACTA.
- FECHA: 29 de Abril de 2008.
- DÌA: Martes
- HORA: 06:00 p.m. - 09:30 p.m.
- LUGAR: Casa de la Compañera Paula Gómez Zapata
-TEMA: La dictadura de Rojas Pinilla
-MATERIA: Régimen político Colombiano II
En esta reunión de p.e nos reunimos y debatimos el tema " La Dictadura de Rojas pinilla". Trabajos en este tema desde la 06:00 hasta la 09:30 pm.
Durante el primer año de gobierno militar el país vivió una luna de miel con Rojas. Los medios cerraron filas en favor del gobierno. Pero su reelección fue un caos.
Para finalizar cada uno dio sus puntos de vista y tomamos el algo y finalizo a si este encuentro de p.e.
LA DICTADURA DE ROJAS PINILLA
Durante ocho horas de ese día, en el país todos estuvieron haciéndose una pregunta un tanto atípica: ¿y quién diablos es el presidente? Durante esas escasas pero largas horas, la única certeza que reinaba era la incertidumbre, hasta que pasada la media noche los colombianos escucharon la voz del general Gustavo Rojas Pinilla, quien anunciaba a través de la Radiodifusora Nacional que como comandante de las Fuerzas Militares asumía el poder. No eran buenos tiempos. La democracia colombiana vivía uno de sus momentos más críticos. Los partidos tradicionales -Conservador y Liberal- se encontraban en una disputa por el poder, enfrentamiento que llevaba la chispa del odio y la violencia a cada vez más regiones del país. Boyacá, Cundinamarca, los Llanos Orientales, Tolima, Valle y Antioquia, entre otros, veían cómo la violencia crecía en una espiral de sangre, muerte y barbarie nunca antes vista. Los odios y resentimientos entre liberales y conservadores se escudaron en la defensa inicial de los colores e ideales partidistas para cazar al otro.
La historia hay que mirarla unos pocos años atrás. En noviembre de 1949 fue elegido en las urnas el presidente Laureano Gómez, uno de los más caracterizados líderes del Partido Conservador. Para algunos sectores con un argumento bastante sólido, esta elección era antidemocrática. ¿La razón? Él era el único candidato político en campaña, ya que el Partido Liberal había retirado a su candidato Darío Echandía por considerar que no estaba garantizada la transparencia en el proceso electoral.
Naturalmente, este hecho generó que Gómez subiera a la Presidencia acompañado de un déficit de gobernabilidad muy importante. Más aún frente a un país de mayorías liberales. Por si fuera poco, Gómez tuvo que dejar la Presidencia poco después por una trombosis. El Congreso de la República nombró presidente encargado a Roberto Urdaneta Arbeláez.
A finales de 1952, Urdaneta nombró comandante general de las Fuerzas Armadas de Colombia a Rojas Pinilla. Cuando arrancó 1953 se empezaron a hacer visibles las diferencias entre Gómez con el general, que no vaciló en oponerse públicamente al nombramiento del oficial como ministro de Guerra. Después, frente a otros incidentes, Gómez le solicitó a Urdaneta su destitución.
Ante esta negativa, Laureano no vaciló en asumir nuevamente el poder. Uno de los primeros hechos que tomó con las riendas del poder fue llamar a su ministro de Guerra, Lucio Pavón Núñez, para que destituyera a Rojas. Sin embargo, el ascendente del oficial también había adquirido una dinámica propia. Núñez se rehusó a la destitución de Rojas. Gómez nombró en su reemplazo a Jorge Leiva, que aceptó sustituir a Rojas por el general Régulo Gaitán, pero la mayoría de los altos mandos cerraron filas en torno a Rojas y durante varias horas el país vio alternarse a tres personas en el poder: Urdaneta, Gómez y finalmente Rojas.
La llegada de los militares al poder, que ponían una pausa a la larga tradición de gobiernos democráticos, fue asumida por los colombianos con entusiasmo. Al día siguiente miles de personas desfilaron por la carrera séptima para saludar al nuevo presidente. Estas expresiones de júbilo se vieron en todo el país, tal y como lo ha relatado el historiador César Ayala. La razón fundamental era que muchos veían en los militares una fuerza catalizadora que pondría fin a la violencia partidista que azotaba al país. Después se sabría que más que un golpe militar fue una cesión del poder para que Rojas pudiera, en un gobierno de transición, zanjar las diferencias, no sólo entre liberales y conservadores, sino entre las mismas toldas azules. El golpe contó con el apoyo de los ex presidentes Mariano Ospina Pérez y Roberto Urdaneta Arbeláez, y de los políticos Gilberto Alzate Avendaño, Lucio Pavón Núñez y otros, quienes le ofrecieron su respaldo. Contaba además con el apoyo de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, el Directorio Nacional Conservador y representantes de ambos partidos. El ex presidente Darío Echandía calificó de "golpe de opinión" el golpe militar de Rojas debido a la confianza y a la reconciliación que cambiaban la situación general del país, y al vasto y multitudinario respaldo nacional al nuevo presidente. En la primera alocución presidencial, el nuevo presidente alertó a los colombianos para defender las instituciones y señaló el camino de la "paz, justicia y libertad" para todos los colombianos. El nuevo presidente dijo: "La Patria no puede vivir tranquila mientras tenga hijos con hambre y desnudez". La Asamblea Nacional Constituyente, que había sido convocada por el presidente Laureano Gómez, expidió un acto legislativo por el cual reafirmó la posesión del presidente Gustavo Rojas Pinilla. Según su argumento, el 13 de junio de 1953 había quedado vacante el cargo de presidente de la República y afirmaba: "Es legítimo el título del actual presidente de la República, teniente general Gustavo Rojas Pinilla, quien ejercerá el cargo por el resto del período presidencial en curso". El nuevo gobierno siguió los postulados de paz, justicia y libertad; orden contra la anarquía, la violencia y la crisis moral, y se propuso conseguir la restauración moral y democrática de la República. Rojas Pinilla consideraba que lo ideal para la crisis que estaba atravesando Colombia era la unión entre el pueblo y las Fuerzas Militares, y señalaba que sin justicia social no se podría alcanzar la paz. El 3 de agosto de 1954 Rojas logró cambiar las fuerzas de la Asamblea Constituyente para ser reelegido para el período 1954-1958.
Durante el primer año de gobierno militar el país vivió una luna de miel con Rojas. Los medios cerraron filas en favor del gobierno. Pero su reelección y la matanza de los estudiantes universitarios de Bogotá en el centro de la ciudad el 8 y el 9 de junio de 1954 empezaron a cambiar la opinión. Después vendrían la censura y los atentados contra los periódicos El Tiempo, El Espectador y El Siglo, que agudizaron su caída.
La historia de Colombia cambió pues la clase política tradicional se fusionó a través del Frente Nacional para superar las diferencias y desplazar a la tercera fuerza en el poder. Al igual que con su llegada, la salida de Rojas en 1957 también fue una expresión de júbilo y alegría nacional, de transición pacífica. Quedó en la memoria de una parte de los colombianos una gestión caracterizada por grandes obras públicas, reducción de la violencia, crecimiento económico y favorecimiento a los más desprotegidos. Con Rojas, el país estuvo entre una especie de caudillo o populista tardío. Con el golpe de Rojas vivimos nuestra única experiencia de gobierno militar en la historia de Colombia.
PREGUNTAS:
Como fue políticamente el Gobierno de Rojas Pinilla?
CONCLUSIONES.
Rojas Pinilla consideraba que lo ideal para la crisis que estaba atravesando Colombia era la unión entre el pueblo y las Fuerzas Militares, y señalaba que sin justicia social no se podría alcanzar la paz.
ACUERDOS:
El p.e. esta comprometido con la tutoría y desarrollarla a cabalidad entre todo el grupo.
OBSERVACIONES:
Esta tutoría es excelente.
V. ACTA.
- FECHA: 6 de Mayo de 2008.
- DÌA: Martes
- HORA: 06:00 p.m. - 09:30 p.m.
- LUGAR: Casa de la Compañera Paula Gómez Zapata
-TEMA: Laureano Gómez
-MATERIA: Régimen político Colombiano II
En esta reunión de p.e nos reunimos y debatimos el tema " Laureano Gómez”. Trabajos en este tema desde la 06:00 hasta la 09:30 pm.
Presidente de Colombia para el periodo constitucional de 1950-1954, pero solo pudo ejercer durante catorce meses entre 1950 y 1951.
Para finalizar cada uno dio sus puntos de vista y tomamos el algo y finalizo a si este encuentro de p.e.
LAUREANO GÓMEZ
Presidente de Colombia para el periodo constitucional de 1950-1954, pero solo pudo ejercer durante catorce meses entre 1950 y 1951. Durante ese tiempo se alcanzo a tener la inflación mas baja de la historia, se instauro la paridad en la justicia y se proyecto una reforma educativa, se impulso radicalmente la planeación con la creación de un comité de desarrollo económico y una oficina de planeación dependiente de la Presidencia de la República, a su vez se creo el plan vial nacional y se construyo el ferrocarril del Magdalena, nacieron empresas neurálgicas para el desarrollo del país, como el Ministerio del Fomento, ECOPETROL, el Dane, entre otras obras públicas que se terminaron y otras que se iniciaron en dicho periodo, lo que hizo que la nación prosperara.
De igual forma Gómez suprimió impuestos, mantuvo crecimiento de superávit fiscal y la canasta familiar bajo de precio en el periodo transcurrido entre su posesión como presidente y su retiro por enfermedad.
Solo la violencia política que arreciaba con la creación de la guerrilla y los llanos orientales ensombrecía un panorama de violencia, que había brotado con la persecución y muerte de los conservadores en los Santanderes y Boyacá, denunciada puntualmente por Laureano Gómez y que durante los diez años de hegemonía liberal prosiguió, teniendo su clima el 9 de abril de 1948 cuando mataron a Jorge Eliécer Gaitán, durante la presidencia de Ospina Pérez.
El 13 de octubre de 1951 el entonces presidente Laureano Gómez sufre un sincope cardiaco que lo reduce al lecho, el 5 de noviembre asume el primer designado Roberto Urdaneta Arbeláez.
La última aparición pública que hizo Gómez fue en un banquete en el hotel Tequendama que clausuraba la campaña electoral de 1962. en 1965 fallece Laureano Gómez a la edad de 76 años, lo acompañaba su esposa la dama payanesa Maria Hurtado, sus hijos Cecilia, Álvaro, Enrique, nueras, nietas y sus médicos de cabecera, su otro hijo Rafael había muerto en un accidente de aviación.
Laureano Gómez dejo escritas unas pautas para el día de sus exequias fúnebres, que decían de la siguiente forma: “recomendaciones en caso de mi muerte para mi familia y mis amigos en caso de mi fallecimiento. Los avisos de defunción deben de incluir la solicitud de que no se envié ninguna clase de corona.
Los servicios religiosos serán en la iglesia parroquial o en la capilla del cementerio, deben limitarse a lo estrictamente litúrgico, sin música ni cánticos, no se toleraran cámaras ardientes ni en edificios públicos ni privados.
No se toleraran funerales costeados por el erario público, no habrán discursos, el siglo se limitara a un relato periodístico, sin ninguna clase de prejuicios ni elogios, el cadáver se deberá depositar en una bóveda común” 1 de noviembre de 1960.
Para concluir una de las frases celebres del doctor Laureano Gómez también conocido como el fiscal, querido por pocos odiado por muchos “ni porque te alaben serás mejor, ni peor porque te vituperen, lo que eres eso eres.”
PREGUNTAS:
Por que fue tan corto el periodo presidencial de Laureano Gómez?
CONCLUSIONES.
Fue uno de los presidentes Colombianos que durante su gobierno obtuvo la inflación más baja.
ACUERDOS:
El p.e. esta comprometido con la tutoría y desarrollarla a cabalidad entre todo el grupo.
OBSERVACIONES:
Muy chévere la metodología impuesta por el tutor.
VI. ACTA.
- FECHA: 13 de Mayo de 2008.
- DÌA: Martes
- HORA: 06:00 p.m. - 09:30 p.m.
- LUGAR: Casa de la Compañera Paula Gómez Zapata
-TEMA: El frente nacional.
-MATERIA: Régimen político Colombiano II
En esta reunión de p.e nos reunimos y debatimos el tema " El frente Nacional". Trabajos en este tema desde la 06:00 hasta la 09:30 pm.
El frente nacional se creo debido a una oleada de violencia y de sometimiento a una dictadura militar, a esto también se daba una fuerte crisis económica.
Para finalizar cada uno dio sus puntos de vista y tomamos el algo y finalizo a si este encuentro de p.e.
EL FRENTE NACIONAL
El frente nacional se creo debido a una oleada de violencia y de sometimiento a una dictadura militar, a esto también se daba una fuerte crisis económica. Los dirigentes de los partidos tradicionales trataron de encontrar una formula que sacara al país de esta realidad, surgió entonces la idea de un frente común, conformado por los dos partidos políticos, el cual favoreciera el desarrollo económico a partir de una estabilidad política, la alianza se llamo frente nacional y fue posible, en gran parte, porque los partidos no tenían ningunas diferencias ante la realidad social y económica que en ese momento afrontaba el país.
El frente nacional se formo el 24 de julio de 1956 y fue firmado en España, sus creadores fueron: Darío Echandía, Eduardo Santos, Laureano Gómez, Alberto Lleras, Alfonso López Pumarejo, Mariano Ospina Pérez y Rodrigo Urdaneta. Los presidentes del frente nacional fueron: Alberto Lleras Camargo (1958-1962) Guillermo León Valencia (1962-1966), Carlos Lleras Restrepo (1966-1970), y Misael Pastrana Borrero (1970-1974).
Los principales aspectos de esta declaración era iniciar una acción conjunta, con el fin de restaurar las formas institucionales y las libertades establecidas por la dictadura y la violencia; impedir que se reviviera la lucha entre los dos partidos para obtener el poder y lograr el retorno a la normalidad jurídica. Un año después de firmado este convenio Gómez y Lleras se reúnen para establecer unos acuerdos relacionados directamente con el frente nacional los cuales fueron:
Restauración de la constitución abolida por la dictadura, consagración de los partidos liberal-conservador para que ambos tuvieran el mismo numero de curules, aceptación de la igualdad política de la mujer, todas estas decisiones se sometieron a la opinión publica, a través de un plebiscito nacional que convoco la junta militar.
El frente nacional contó con muchos seguidores, pero también tuvo opositores, sus partidarios opinaban que eran la única alternativa para pacificar el país después de la violencia.
Como primer presidente del frente nacional le implicaba a Alberto Lleras estructurar un gobierno de transición, que permitiera el paso a un nuevo esquema político. Al iniciar este gobierno tuvo que afrontar graves problemas a nivel publico como fue el abandono masivo de los campesinos, el desempleo, el crecimiento incontrolado de las ciudades, las precarias condiciones de vida, el delito común, aunque en este momento aun lo seguimos viviendo, durante esta administración los dos partidos se dividieron en grupos, también surgió en el liberalismo el movimiento de recuperación liberal mas tarde fue llamado movimiento revolucionario liberal cuyo líder era López Michelsen estas divisiones afectaron enormemente al presidente en lo relacionado con los cargos públicos, lo que llevó a un desequilibrio de los ministerios, una de las ideas de Lleras era erradicar el analfabetismo y mejorar las condiciones de vida y frenar el avance de las ideas comunistas y socialistas.
Es de resaltar que durante esta administración también se presentaron las acciones subversivas en las principales ciudades del país y los pequeños grupos revolucionarios, integrados especialmente por estudiantes como la única forma para alcanzar el poder, también se generaron en las zonas rurales organizaciones de autodefensa auque muchos de ellos habían abandonado la guerrilla, sin embargo el gobierno los consideraba muy peligrosos y utilizo un plan de entrega legal de parcelas abandonadas que consistía en reintegrarlos a la vida social. Pero este no era el único problema que se le avecinaba al gobierno de Lleras puesto que la violencia había propiciado la aparición de grupos armados de bandoleros, que sembraron el terror en las zonas rurales, y los campesinos empezaron a emigrar de sus tierras y fueron a parar a la ciudad.
El gobierno se vio obligado a crear condiciones para garantizar la situación en el campo, entonces elaboro un proyecto de reforma agraria el cual consistía en inspeccionar el disgusto social ocasionados por tantos años de violencia.
Durante este gobierno, la economía no fue muy fuerte puesto que la situación de endeudamiento obligo al gobierno a reducir el gasto estatal y reducir las importaciones.
PREGUNTAS:
A que se debió el inicio del Frente nacional?
CONCLUSIONES.
El frente nacional contó con muchos seguidores, pero también tuvo opositores, sus partidarios opinaban que eran la única alternativa para pacificar el país después de la violencia.
ACUERDOS:
El p.e. esta comprometido con la tutoría y desarrollarla a cabalidad entre todo el grupo.
OBSERVACIONES:
Con la proyección de los videos podemos observar los acontecimientos que hicieron historia en nuestro país.
VII. ACTA.
- FECHA: 15 de Mayo de 2008.
- DÌA: Martes
- HORA: 06:00 p.m. - 09:30 p.m.
- LUGAR: Casa de la Compañera Paula Gómez Zapata
-TEMA: Gobierno De Julio Cesar Turbay
-MATERIA: Régimen político Colombiano II
En esta reunión de p.e nos reunimos y debatimos el tema " Gobierno De Julio Cesar Turbay ". Trabajos en este tema desde la 06:00 hasta la 09:30 pm.
En esta reunión realizamos el protocolo de la clase.
Para finalizar cada uno dio sus puntos de vista y tomamos el algo y finalizo a si este encuentro de p.e.
GOBIERNO DE JULIO CESAR TURBAY AYALA
Presidente de la República durante el período 1978-1982. Inició en la política en 1938, en compañía de Alfonso López Michelsen, cuando en calidad de integrantes del movimiento progresista la Revolución en Marcha, liderado por el presidente Alfonso López Pumarejo, resultaron elegidos concejales del municipio de Engativá, al igual que Álvaro Gómez Hurtado. Durante el gobierno de Eduardo Santos (19381942),.fue diputado a la Asamblea del Departamento de Cundinamarca en dos oportunidades, y presidente de la misma. En 1943 fue elegido representante a la Cámara, hasta 1949, y presidente de esa corporación en dos períodos.
Desde allí se declaró opositor al régimen conservador que estaba en el poder. En 1949 fundó y dirigió uno de los pocos medios del liberalismo, el radioperiódico Democracia, que se emitió hasta 1957. En 1953 fue elegido miembro principal de la Dirección Nacional Liberal. Después de la caída de Gustavo Rojas Pinilla, el 10 de mayo de 1957, una Junta Militar asumió el poder, y Turbay fue nombrado ministro de Minas y Petróleos. Se convirtió, entonces, en una especie de primer ministro; propició la revisión de los contratos mineros y petroleros que tenía el país para la modernización de la industria energética, y trabajó por el retorno a una verdadera democracia. Cuando se inició el Frente Nacional y fue elegido Alberto Lleras Camargo como presidente, Turbay fue llamado a integrar el gabinete y nombrado ministro de Relaciones Exteriores (1958-1961). Representó a Colombia en la Conferencia de Cancilleres realizada en Washington, y definió los objetivos de la conferencia.
Intervino en la designación del Comité Internacional de los 21, presidido por Alfonso López Pumarejo, y delineó la política exterior de Colombia en Latinoamérica: no intervención, realización de acuerdos cafeteros, establecimiento de un Mercado Común Latinoamericano, derecho de asilo y propuso una América unida y grande. En 1961 renunció al gabinete y se dedicó a la defensa de los gobiernos bipartidistas del Frente Nacional, atacados por el Movimiento Revolucionario Liberal (MRL), acaudillado por Alfonso López Michelsen. Fue uno de los principales gestores del ascenso de Guillermo León Valencia al poder, y luego preparó el advenimiento de Carlos Lleras Restrepo. En 1962 fue elegido senador de la República y cuatro veces consecutivas fue reelegido.
En 1967 fue nombrado designado a la Presidencia de la República y durante la visita del titular, Carlos Lleras Restrepo, á los Estados Unidos, tomó posesión de la Presidencia. Ese mismo año fue elegido representante permanente ante la Organización de Naciones Unidas (ONU). Cuando regresó al país, en 1969, se puso al frente de la campaña de Misael Pastrana Borrero, defendiendo la elección del candidato frente nacionalista. En 1972 fue elegido presidente de la Dirección Nacional Liberal. A 1 año siguiente, durante el gobierno de Misael Pastrana Borrero, fue nombrado embajador en Londres. Su nombre fue propuesto para las elecciones de 1974, pero finalmente Alfonso López Michelsen recibió la postulación como candidato del liberalismo, y Turbay, que se encontraba en Londres, fue designado director nacional del partido liberal. Al año siguiente, fue elegido designado a la Presidencia de la República y se posesionó en dos ocasiones en las que el titular, Alfonso López Michelsen, viajó a Centroamérica y al Ecuador. Ese mismo año fue nombrado embajador en Washington, y en 1976 fue elegido presidente del Senado.
En 1978, frente a las aspiraciones reeleccioncitas de Carlos Lleras Restrepo, el sector mayoritario del liberalismo llamó a Turbay Ayala para proclamarlo candidato a las elecciones presidenciales de ese año, pero Turbay no aceptó y convino con su adversario el pacto conocido como Consenso de San Carlos, mediante el cual se decidía la suerte del candidato del liberalismo con los resultados que se obtuvieran en las elecciones para senadores y representantes, del 26 de febrero de 1978. Los resultados favorecieron a Turbay Ayala, quien derrotó en las elecciones a Belisario Betancur, el candidato del partido conservador, con un programa que se basaba en tres grandes premisas: la producción, la seguridad y el empleo. Una semblanza de su personalidad aparecida en El Tiempo cuando asumió la presidencia, lo definía como un político de "centro izquierda" y decía: "Uno de los rasgos más destacados de su carácter es su extrema sencillez.
Recibió con idéntico interés la opinión de los modestos y de los poderosos. Ante él todos tuvieron audiencia. Nunca desdeñó el criterio de nadie y respetó con talante verdaderamente liberal, todas las opiniones. Fue, en síntesis, una figura atrayente, tolerante, balsámica, que nunca se dejó arrebatar por la ira". Durante su administración, se concibió el Plan de Integración Nacional (PIN), cuyos objetivos fueron la descentralización económica y el mejoramiento general de la población mediante la integración del país, previendo inversiones por 950 millones de pesos en distintas áreas económicas y sociales.
Al comienzo de su mandato, Turbay dictó un Estatuto de Seguridad en ejercicio del artículo 121 de la Constitución Nacional, para contrarrestar la actividad subversiva y de narcotráfico. Este estatuto fue objeto de severas críticas dentro y fuera del país. Durante la administración Turbay se vivieron momentos críticos en Colombia, como el robo de más de cinco mil armas del Cantón Norte de Bogotá por parte del Movimiento 19 de Abril y la toma de la embajada de la república Dominicana en Bogotá durante 61 días, por parte del mismo grupo guerrillero; se recrudeció el secuestro y la extorsión y surgió la agrupación armada Muerte a Secuestradores (MAS). En marzo de 1981 se firmó la "ley de amnistía", orientada a facilitar la entrega de ciudadanos levantados en armas, pero no tuvo gran acogida. Luego, en noviembre de ese mismo año, con base en una propuesta del ex presidente Lleras Restrepo se constituyó la primera Comisión de Paz, que se desintegró en mayo del siguiente año.
Creó la Comisión Nacional de Valores; promulgó las reformas del Código Penal, del Código de Procesamiento, de la educación secundaria y del Congreso. En este tiempo creció la economía "subterránea", fundamentada en actividades de narcotraficantes y contrabandistas. Entre el 3 y el 10 de febrero de 1981, Turbay no ejerció el poder ejecutivo por un viaje que realizó a Estados Unidos por motivos de salud lo reemplazó el designado Víctor Mosquera Chaux. En 1987, durante el gobierno de Virgilio Barco Vargas, Turbay fue nombrado embajador ante la Santa Sede. A 1 año siguiente, fue elegido nuevamente director nacional del partido libera
PREGUNTAS:
Como fue el gobierno de Turbay Ayala?
CONCLUSIONES.
Fue, en síntesis, una figura atrayente, tolerante, balsámica, que nunca se dejó arrebatar por la ira". Durante su administración, se concibió el Plan de Integración Nacional (PIN),
ACUERDOS:
El p.e. esta comprometido con la tutoría y desarrollarla a cabalidad entre todo el grupo.
OBSERVACIONES:
Con la proyección de los videos podemos observar los acontecimientos que hicieron historia en nuestro país.
VIII. ACTA.
- FECHA: 22 de Mayo de 2008.
- DÌA: Jueves
- HORA: 06:00 p.m. - 09:30 p.m.
- LUGAR: Casa de la Compañera Paula Gómez Zapata
-TEMA: Gobierno De Cesar Gaviria Trujillo
-MATERIA: Régimen político Colombiano II
En esta reunión de p.e nos reunimos y debatimos el tema " Gobierno De Cesar Gaviria Trujillo". Trabajos en este tema desde la 06:00 hasta la 09:30 pm.
En esta reunión realizamos el protocolo de la clase.
Para finalizar cada uno dio sus puntos de vista y tomamos el algo y finalizo a si este encuentro de p.e.
GOBIERNO DE CESAR GAVIRIA
Estos son algunos factores o condiciones de violencia:
(1) la impunidad, (2) las manifestaciones violentas de "factores estructurales de tipo socioeconómico o sociopolítico", (3) la intimidación y la violación de los derechos humanos, (4) el bajo o inexistente "cubrimiento institucional del Estado", (5) la suplantación ilegítima de las funciones estatales, (6) la falta de seguridad pública según las condiciones de cada región, (7) la necesidad de preservar la paz en "zonas tradicionalmente pacíficas", (8) la cultura de intolerancia que deriva en la necesidad de promover canales de convivencia democráticos, (9) la necesidad de prevenir "la extensión de los conflictos" tanto cuantitativa como cualitativamente, (10) considerar a la guerrilla como obstáculo real para la consolidación del "proceso democrático colombiano", (11) el accionar de los grupos armados que ha "recurrido al terrorismo y a métodos semejantes a los de la delincuencia", (12) la resolución de conflictos políticos por medio violentos y no democráticos, (13) el incremento de la guerrilla en la participación de delitos como secuestro y extorsión, (14) la falta de un manejo integrado en los asuntos de seguridad y, por último, pueden indicarse algunos hechos que manifiestan la amenaza a la seguridad, como son: (15) la voladura de oleoductos y puentes, así como el daño a las carreteras, (16) se han quemado, violentado y dañado los bienes de pequeños propietarios, empresarios medianos y transportadores, (17) se han volador torres de transmisión y suministro de energía eléctrica, (18) se han contaminado los ríos, (19) se ha derramado petróleo en las cuencas hidrográficas por atentados terroristas, (20) se acabó con la vida de "seis niños patrulleros que colaboraban en la organización de una carrera de bicicletas, y (21) las bombas y el sabotaje destruyen a "los pobres y los empobrecen más".
Por último, puede mencionarse que las muertes por razones políticas presentan un total de 3.760 para el año de 1991, "cifra que está por encima del promedio de 3.500 de los cuatro años anteriores."
Por esta vía es menester adentrarnos en el tamaño y Complejidad del Problema, pues, éste puede hallarse inmerso en varios ámbitos, en primer lugar, en el sentimiento colectivo de los ciudadanos, pues, "hay colombianos que piensan que existe una violencia justificable, o que al oponerse a un tipo de violencia que consideran indeseable, toleran otra", y, en segundo lugar, en la práctica de la defensa de la democracia, pues, "en Colombia hay unos diez mil asentamientos humanos. Durante los periodos electorales se cubren cerca de 3 mil. Y lo mismo sucede con la presencia de las autoridades civiles o con los servicios mínimos del Estado."
Vistas así las cosas, el contexto nacional fue influenciado por el internacional a partir de varios ámbitos, los cuales se sustentan en que: (1) la "lucha armada ha caído en evidente obsolescencia", (2) el proceso de democratización colombiana, que desemboco en la creación de la Asamblea Nacional Constituyente y posterior entrada en vigencia de la Constitución Política, ponen en evidencia la fragilidad de explicar la violencia por las "supuestas deficiencias del régimen democrático", en (3) lugar, la "descentralización política" y administrativa, plasmada en la Constitución del 91, permite espacios nuevos de participación ciudadana, así como redefine los derechos de 1. Y 2. Generación, y, por primera vez, se consignan los Derechos de Tercera Generación.
Es decir, la complejidad del problema se da en el sentimiento colectivo de los colombianos que toleran algún margen de violencia indeseable, en la situación fáctica que no permite cubrir todos los asentamientos humanos en el país y, por último, el hecho de que ya no existe razón suficiente para la lucha armada, ni teórico, ni práctico, pues, es impensable que la guerrilla pudiera tomarse el poder.
Ahora bien, no sólo las amenazas, riesgos y vulnerabilidades son factores que influyen en el §3. Ingreso de la Política a la Agenda Pública, en tanto, que existen otros elementos como son: en primer lugar, el contexto internacional, tanto en sus cambio reales como en la variación de los discursos, representados, en este orden, por: las "grandes transformaciones políticas en el mundo socialista", la defensa de principios esenciales de convivencia pacífica, definidos en aras de "la libre determinación de los pueblos, la no injerencia en asuntos internos de otros Estados, los instrumentos de solución pacífica de conflictos y el pluralismo político" y la creciente relevancia entre el diálogo Norte-Sur a raíz de la distensión en el conflicto Este-Oeste.
En segundo lugar, la instauración de la Asamblea Nacional Constituyente permitió que se ampliara la democracia en Colombia, permitiendo una serie de mecanismos de participación ciudadana que hacen inaceptable las vías de hecho, y, en tercer lugar, el cambio del concepto de seguridad, pues, la defensa de la nación no debe recaer sólo en la Fuerza Pública, por el contrario, debe existir una coordinación entre las autoridades civiles y militares, pues, la armonía en los estamentos del Estado mejora las condiciones de seguridad del país.
En la formulación de la política pública se encuentran relacionados distintos Actores, como son los gobernadores, intendentes, comisarios, alcaldes y jefes de policía en el nivel local deben actuar por intermedio de los Consejos Seccionales de Seguridad, lo cual les exige una coordinación en todas sus funciones tendientes a mitigar las amenazas latentes.
También debe existir coordinación entre: El Ministerio de Gobierno, Gobernadores, Alcaldes, Ministerio de Defensa, Agricultura, Minas y Energía, Educación, Comunicaciones, Obras Públicas, y la Consejería Comunicaciones. Además de la Guerrilla (Nacional) con grupos como las FARC y el ELN; Estos grupos guerrilleros sustentan algunas posiciones, relativas a la instauración de la Asamblea Nacional Constituyente, pues, asumen que quienes conformen dicha Asamblea, aunque existía una mínima posibilidad de que los grupos guerrilleros pudieran hacer parte en ella, deben "derogar lo viejo" para solucionar la crisis política. Es decir, lo que se evidencia de las FARC es el deseo de que se cambie la constitución y, con ella, las instituciones políticas, pero no se evidencia un compromiso serio en la búsqueda de la Paz, ni en la reinserción.
Siguiendo este orden de ideas, puede indicarse que la Población Objeto, relativa a quienes se benefician, se refiere a: las "organizaciones cívicas y la comunidad en general", a los ciudadanos en especial las capas más pobres de la población, los "entes locales y seccionales", y se beneficia las personas en la protección de su libertad.
Finalizando este acápite, puede señalarse las alternativas de Respuesta a la problemática se enmarca en variadas posibilidades que están todas concatenadas. En primer lugar, se pensó que las reformas políticas eran la alternativa más clara para poner fin a "graves crisis sociales y políticas caracterizadas por una alta presencia de formas violentas", en segundo lugar, las alternativas se situaban en considerar: (1) si el Estado asumía la seguridad de la nación, o (2) si quien debía encargarse de la seguridad eran los entes territoriales, pues, la seguridad tenía particularidades regionales, o (3) si se debían conjugar los esfuerzos entre el Estados y los Entes Territoriales, así como entre las autoridades civiles y militares para alcanzar mayores grados de seguridad. Fue evidente que, en el Gobierno del Presidente César Gaviria, se adoptó ésta última. Ello se evidencia cuando se establece: a) la estimulación de la participación ciudadana en los planes que atañen a la seguridad de los departamentos, b) el fortalecimiento institucional en ámbitos de Justicia, Fuerza Pública, Derechos Humanos, rehabilitación social y económica. c) el objetivo de evitar la duplicidad de esfuerzos y lograr una coordinación de los organismos encargados de la seguridad, y d) un instrumento, paralelo a la Estrategia Nacional contra la Violencia, como es el Plan Nacional de Rehabilitación que se fundamenta en la resolución pacífica y democrática de conflictos, y en la presencia del Estado en zonas alejada
PREGUNTAS:
Como fue la elección de Cesar Gaviria?
CONCLUSIONES.
La instauración de la Asamblea Nacional Constituyente permitió que se ampliara la democracia en Colombia, permitiendo una serie de mecanismos de participación ciudadana que hacen inaceptable las vías de hecho
ACUERDOS:
El p.e. esta comprometido con la tutoría y desarrollarla a cabalidad entre todo el grupo.
OBSERVACIONES:
Con la proyección de los videos podemos observar los acontecimientos que hicieron historia en nuestro país.
miércoles, 28 de mayo de 2008
martes, 27 de mayo de 2008
HISTORIA POLITICA DE COLOMBIA
INTRODUCCIÓN
La vida política colombiana está íntimamente ligada a los partidos políticos, en concreto, a los partidos políticos tradicionales: el Partido Liberal y el Partido Conservador. Ambos partidos políticos definirán lo que se podría considerar como una ruptura social, y durante el siglo XIX y principios del XX dividirán a la población colombiana entre elites y masas, proletarios y burgueses, campesinos y habitantes de la ciudad, etc. Serán estos dos partidos los que monopolizarán el gobierno colombiano durante el siglo XIX con concepciones divergentes del estado y del papel de la iglesia. El Partido Liberal representaba tendencias reformistas y federalistas mientras que el Partido Conservador apostaba por un estado fuerte y centralista y por la iglesia como institución fundamental en la sociedad y política colombianas. En base a les diferencias irreconciliables entre los partidos políticos y la lucha por el poder en Colombia se vivieron seis guerras civiles reconocidas (1815, 1860, 1876-77, 1885, 1890-1902), una guerra civil no declarada (1948-1957, período conocido como La violencia). Actualmente el país vive otra guerra civil, que comenzó en 1980, y en la que se integran diferentes aspectos y actores. Sin embargo, se considera que Colombia es uno de los países sudamericanos con una tradición democrática más sólida y larga, en contraposición con otros países de la región, Colombia sólo ha vivido una dictadura militar en el siglo XX, entre los años 1953 y1957 dirigida por el general Rojas Pinilla.
Así pues, los partidos Liberal y Conservador han polarizado la vida política del país siendo la violencia, plasmada en luchas internas, una constante en el enfrentamiento de los dos partidos durante el siglo XIX y primera mitad del XX. Un enfrentamiento mediante el cual se intentaba imponer un determinado modelo estatal. Este fenómeno se traducirá en una larga serie de constituciones y reformas constitucionales.
HISTORIA CONSTITUCIONAL
La primera constitución colombiana, en la que se perfila institucionalmente el país, es la Constitución del Estado libre e independiente de Socorro, firmada el 15 de agosto de 1810. Esta constitución se caracterizaba por ser de inspiración liberal, siendo el sistema federal la forma de gobierno escogida. El texto fundamental de Cundinamarca (1811), producto de la Junta Suprema de Santa Fe, reconocía a su vez, como forma de gobierno la monarquía constitucional siempre que el monarca residiera en el territorio nacional, admitía la división de poderes y regulaba las elecciones. Pero su aplicación no fue de carácter nacional. Durante la proclamación de su independencia, las provincias de Cartagena, Antioquia, Neiva, Pamplona y Tunja, tuvieron sus constituciones.
Pero no fue hasta 1819, con la batalla definitiva por la independencia, cuando Colombia se articulará como un estado. De esta manera, el 17 de diciembre de 1918, el Congreso de Angostura aprobó la Ley Fundamental de la República de Colombia. En este contexto la Colombia independiente se articulaba en tres grandes departamentos: Cundinamarca, Venezuela y Quito. El uno de enero de 1821, el Congreso de Cúcuta promulgó la Constitución, en la que se establecía una república centralista con división de poderes. El 27 de agosto de 1828 se implanta la dictadura de Bolívar. Dos años después, y una vez ser un hecho la ruptura de la Gran Colombia, se promulga otra Constitución, similar a la de 1821, que estableció un Congreso bicameral de elección popular y un ejecutivo fuerte con un mandato de ocho años.
Entre 1830 y 1849 los conservadores están en el poder y se empiezan a profundizar las diferencias entre los dos partidos definidos respecto a las formas de organización del estado: el federalismo (en el caso de los liberales) o el centralismo (en el caso de los conservadores).
En 1833, se promulga una nueva Constitución que establecía un estado federal con más autonomía de las provincias y separación de poderes, con un legislativo bicameral y un ejecutivo elegido popularmente y sin derecho a la reelección inmediata.
1843 fue el año en que se promulgó una nueva constitución que creó un estado centralizado. Como las constituciones de 1821 y1830, fue una carta de tipo conservador. Con el ascenso del Partido Liberal al poder en 1849 se promulgó una nueva constitución en 1853 que estableció la libertad de culto y la separación entre iglesia y Estado, así como el derecho de reunión y el sufragio universal limitado por la edad. Se establecía la elección popular del presidente y del vicepresidente de la República, de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, el procurador general de la nación, los senadores y representantes de la República, y los gobernadores departamentales. Este último aspecto supuso la ruptura del centralismo estatal.
La Constitución de 1853 permitió un marcado federalismo que dio como resultado la creación de diversos Estados, entre ellos se encontraban Panamá (1855) o Antioquia (1856). La creación de nuevos Estados se realiza dentro de un marco político caracterizado por la centralización. De este proceso se derivó la Confederación Granadina (1858) en que se reconocían ocho estados confederados que delegaban competencias en el poder central. Después de una guerra civil, el general Mosquera, en este período (1861-1864) de ideas liberales, puso las bases para la promulgación de la Constitución de los Estados Unidos de Colombia de 1863 (o Constitución de Río Negro). En esta constitución se afirmaba el carácter federal de la nación, con el reconocimiento autonómico de los Estados, el ejecutivo (elegido por los Estados que establecían sistemas electorales propios) volvía a ser débil respecto al legislativo. Esta Constitución era de carácter liberal, tendencia que en el texto se hacía patente en el apartado de derechos y deberes de los ciudadanos y de talante anticlerical.
El período denominado como la Regeneración se caracterizó por la in funcionalidad del Estado federal y por el caos, y es de este período del que surge la Constitución de 1886 vigente hasta 1991. Si el período regeneracionista empezó como período liberal (de 1882 a 1884) acabó siendo rechazado por la clase dirigente, contribuyendo a la marginación del liberalismo y llevando al estadillo de la guerra de los Mil Días (1889-1903), como consecuencia de esta crisis institucional Estados Unidos consiguió la independencia de Panamá.
En la Constitución de 1886, redactada por un liberal, Rafael Núñez, y un conservador, Miguel Antonio Caro, se pueden observar cuatro grandes rasgos fundamentales: el establecimiento de la unidad nacional, la preponderancia de la iglesia católica, las libertades individuales prácticas y bien definidas que no serán reales hasta entrado el siglo XX., el fortalecimiento de la autoridad mediante el restablecimiento del centralismo administrativo, reafirmando las ideas centralistas de las Constituciones de 1821 y1847. Esta constitución ha sido objeto de diversas reformas debido, por una parte, al dinamismo de la política colombiana, así como por las amplias mayorías oficialistas. La Constitución de 1886 establece que se podrá efectuar la reforma mediante un acto legislativo, discutido y aprobado por el Congreso en sesiones ordinarias, además tendría que ser publicado por el Gobierno para su examen definitivo en la siguiente legislatura ordinaria, donde se debatiría de nuevo, y se aprobaría con la mayoría absoluta de los integrantes de cada cámara. La Constitución colombiana también se pudo reformar a través del referéndum, como fue el caso de 1957.
Entre 1888 y1932 se realizaron diferentes reformas que en general tendían a reforzar los poderes del ejecutivo. En 1936 la reforma constitucional se orientó a hacer del estado colombiano un estado intervencionista. El Estado sería el encargado de llevar a cabo la racionalización de la producción, distribución y consumo de la riqueza.
La reforma de 1946-47, que se hizo en un clima de violencia política generalizada, reforzó el ejecutivo respecto al legislativo, en el que los grupos parlamentarios formaron las comisiones constitucionales permanentes.
La reforma de 1957 estuvo encaminada a la reconciliación y pacificación de la alterada vida política colombiana. Esta reforma se hizo a través de referéndum y se reafirmó el carácter legal del pacto político, conocido como Frente Nacional. En plena vigencia del Frente Nacional se procedió a reformar de nuevo la Constitución en 1968, buscando cierto reordenamiento del Estado en el ámbito administrativo, aumentando el poder de control de la rama legislativa sobre la ejecutiva a través, entre otros instrumentos, la Comisión Especial Permanente del Congreso que no funcionó por dificultades inherentes a su formación. También se indica que se integró al poder ejecutivo un elemento fuertemente discrecional para declarar el estado de emergencia económica.
En Colombia todos los aspectos clave de la coalición que dieron origen al Frente Nacional para facilitar una transición pasaron a formar parte de la Constitución en virtud de un plebiscito de 1957 (a excepción de la alternancia en la presidencia, que fue resultado de una reforma constitucional de 1959) La incorporación de grupos guerrilleros en el proceso político del país y las presiones de los que pedían reformas fueron impulsos muy importantes que culminaron con una asamblea constituyente y una nueva Constitución en 1991, que será de inspiración liberal.
LA VIOLENCIA
Desde 1810 hasta finales del siglo XIX se suceden constituciones con diferentes proyectos de organización estatal que enfrentan a liberales y conservadores. Después de un largo período de gobierno conservador (1884-1930), los liberales consiguieron el poder gracias a las divisiones internas del Partido Conservador. Fue precisamente la división de opiniones respecto a la trayectoria gubernamental liberal (1934-1946 especialmente la etapa 1934-1938 en que es van desarrollar conquistas importantes por parte de trabajadores rurales y urbanos). En Colombia el Partido Liberal de Alfonso López (1934-1938) promovió una serie de reformas constitucionales que respondían, por una parte, a la creciente crisis del país y, por otra, a limitados fines partidistas. Estas reformas limitaron la influencia de la iglesia, ampliaron el electorado en las zonas urbanas donde el partido era fuerte y también aumentaron la base de apoyo del partido dentro del movimiento obrero. Los conservadores no protestaron activamente ante la promulgación del sufragio universal para los varones por parte del Congreso dominado por los liberales, ya que tenían la esperanza de que la medida les ayudaría más que a los liberales a movilizar a los votantes del país, que seguía siendo predominantemente rural, con la ayuda del clero local.
A pesar de esto, la irrupción de nuevas fuerzas sociales y nuevas ideologías durante los decenios de 1930 y 1940 en un contexto de continuos temores a que un único partido fuese hegemónico en un sistema marcadamente presidencialista aceleró la polarización. Se desarrolló un proceso de violencia incitado tanto por los liberales (que se alejaban del poder después de ejercerlo durante 12 años consecutivos) como por las esferas oficiales, que persiguieron a los liberales en determinados departamentos. Pero fue el asesinato del liberal Jorge Eliécer Gaitán el hecho que hizo explotar la guerra civil más cruel de Colombia en la que murieron más de 300.000 personas y en la que se enfrentaban a muerte conservadores y liberales. Esta guerra civil se conoce con el nombre de ‘la violencia’, y comportó la ruptura del régimen (1949) y, finalmente el gobierno de los militares (1953-1957) dirigido por el general Rojas Pinilla con el apoyo de amplios sectores políticos y económicos del país. Después de un período de transición dirigido por una Junta Militar entre los años 1957 y 1958 se implantó lo se llamó como Frente Nacional.
Así pues, en 1930 Colombia superó la prueba clave de la competencia política por primera vez: el traspaso pacífico de poder de un partido político (Partido Conservador) a otro (Partido Liberal), aunque el resultado fue una nueva hegemonía de un solo partido y el régimen no consiguió superar otro traspaso de poder en 1946, que va acabó en guerra civil.
EL FRENTE NACIONAL
La transición de un gobierno de militares a finales de los 50 en Colombia fue muy parecida a la realizada en Venezuela. En ambos casos los partidos de la oposición firmaron pactos políticos en los que se daban garantías recíprocas de que no intentarían gobernar de manera hegemónica. De esta forma se resolvió el asunto de la competencia política, que era fundamental, si bien la solución acabaría causando problemas diferentes a los respectivos regímenes. En ambos casos un partido predominante (el Partido Liberal en Colombia y Acción Democrática en Venezuela) reprimió deliberadamente su fuerza potencial para facilitar la transición. También se dieron garantías a los actores económicos y a la iglesia de que se respetarían sus intereses. En este sentido, ambas transiciones conservadoras ayudaron a garantizar que los grupos que dominaban la economía no se sintiesen amenazados y, por tanto, se evitó que estos grupos recorrieran a los militares; a pesar de esto, de esta manera también se limitaron las posibilidades de poner en práctica importantes reformas sociales o económicas.
En Colombia, el acuerdo del Frente Nacional, que un plebiscito lo consagró constitucionalmente en 1957, garantizaba de manera estricta que ni los liberales ni los conservadores serían excluido del poder, a la vez que cortaba el paso a posibles nuevos partidos políticos. Los líderes de los partidos acordaron que habría paridad total en los tres brazos del gobierno. El Congreso, las asambleas de los departamentos y los consistorios municipales serían automáticamente la mitad liberal y la mitad conservador, y lo mismo con la judicatura; también los puestos del gabinete, los cargos de gobernador y los de alcalde se dividieron en partes iguales entre los dos partidos. Además, para la aprobación de la mayoría de las leyes se requeriría una mayoría de dos tercios. Finalmente, debido a que los conservadores no consiguieron ponerse de acuerdo para escoger un candidato con vistas a las elecciones de 1958 y debido a que la presidencia era un puesto importante, se acordaron alternancias en la presidencia de 1958 a 1974 (con lo que los conservadores tuvieron asegurada la última presidencia).
El acuerdo se puso en práctica mediante negociaciones por parte de las elites y su finalidad era desmovilizar a los seguidores sectarios de los partidos y poner fin a la violencia rural. El inmovilismo provocado por las restrictivas reglas del Frente Nacional y el miedo a las protestas populares fueron la causa de que la mayoría de los gobiernos del Frente Nacional impusiesen el estado de sitio. No se llegaron a hacer reformas redistributivas importantes ni se reforzaron las organizaciones del sector popular. De esta manera la naturaleza de la democracia del país estuvo restringida durante todo el período.
El período del Frente Nacional presentó las características de un sistema de partido único y de un sistema pluripartidista, así como de un sistema bipartidista. Al existir el requisito de que los presidentes fuesen de un partido designado, en cada una de las elecciones que se celebraron entre 1958 y 1970 era necesario que los dos partidos se pusieran de acuerdo. Así, este candidato oficial del Frente Nacional encabezaba un gobierno de dos partidos que parecía ser de un solo partido. Sin embargo, dentro de cada partido surgieron facciones se opusieron al Frente Nacional. Debido a que hasta 1968 la aprobación de la mayor parte de las leyes necesitaron una mayoría de dos tercios, la existencia de estas facciones diversas obligaba al presidente a negociar con lo que parecía un corrupto sistema multipartidista. Aun así, durante la totalidad de este período e incluso hasta finales de los 70 y en los 80, momento en que ya habían anulado caso todos los requisitos reglamentarios del gobierno de coalición del Frente Nacional, los dos partidos tradicionales continuaron obteniendo porcentajes notablemente constantes del total de votos en las elecciones.
No obstante, como consecuencia de una profunda transformación socio-económica (fruto de la urbanización, el crecimiento demográfico y el incremento de la alfabetización) que se vivía en aquel período, así como del propio acuerdo del Frente Nacional, la identificación sectaria de la población del país con los dos partidos políticos disminuyó de forma significativa. La importancia fundamental de los partidos para la vida política del país disminuyó a la vez que seguían ejerciendo un monopolio casi virtual en el terreno electoral. Aparecieron formas no electorales de oposición o se reforzaron las que ya existían: confederaciones obreras independientes de los dos partidos, movimientos de protesta cívica y movimientos guerrilleros. No obstante, el gobierno de coalición conservó su atractivo, por razones diversas, a ojos de los líderes de los partidos regionales (acceso al patronaje), de los principales grupos económicos (acceso a la formulación de la política que tendría que seguirse) y de los actores internacionales (aislamiento de la toma de decisiones).
El Frente Nacional acabó con la situación de violencia que provocó su nacimiento, pero falló en el intento de controlar la actividad de la guerrilla rural.
El Frente Nacional al que se llegó por consenso de los dos partidos políticos tradicionales se conformó después de la firma de los Pactos de Sitges y Benidorm; además de hacer frente al populismo rojista (Rojas Pinilla) que hacía peligrar sus clientelas clásicas, los partidos conservador y liberal quisieron asegurar su alternancia exclusiva en el poder cada cuatro años, en gobiernos bicolores de responsabilidades compartidas, excluyentes y sin oposición. Las sucesiones presidenciales durante este período estuvieron a cargo de Alberto Lleras, liberal (1958-1962), Guillermo León, conservador (1962-1966), Carlos Lleras, liberal (1966-1970) y Misael Pastrana, conservador (1970-19974).
Del Frente Nacional se puede decir que, después de haber prestado un servicio a la pacificación, extendió su influencia más allá de lo presupuestado y creó en la mentalidad ciudadana la impresión de que vivía bloqueada políticamente. No se emprendió una estrategia política de diferenciación entre los partidos Liberal y Conservador, que se centraron en la realización de prácticas clientelistas que perduran. El Frente Nacional propició de una manera más que evidente la imagen del Estado como un pozo de recursos. De esta manera, la pertenencia a cualquiera de los dos partidos, especialmente durante este período, pero también posteriormente, viene dada por la aspiración a una parcela de poder o a favores derivados de la estrategia clientelista. En Colombia la opción del Frente Nacional significó renunciar a les alternancias (que caracterizan a los sistemas democráticos). El esquema gobierno/oposición que se practica en las democracias occidentales salió mal ya que, al implantar el presidente Virgilio Barco el esquema gobierno/oposición con un gabinete monocolor, las encuestas demostraron que un gran número de colombianos consideraban muy arriesgado que participaran en el gobierno las dos formaciones políticas mayoritarias.
La elección del último presidente del Frente Nacional, el conservador Misael Pastrana Borrero, en 1970, demostró que el pueblo deseaba el cambio y de aquí el apoyo masivo recibido por el general Gustavo Rojas Pinilla, como candidato de la Alianza Nacional Popular (ANAPO), que pasaba de ser una simple unión de liberales y conservadores disidentes a convertirse en un partido político en 1971.
En 1974, el sistema constitucional del Frente Nacional se desmontó en relación a la composición del Congreso y a la alternancia en el ejecutivo, pero pervivió, gracias al artículo 120 de la constitución reformada. Además, el Frente Nacional dejó como última herencia al nuevo régimen la existencia casi permanente del estado de sitio (que permitió tanto actuaciones para reprimir a la guerrilla como para reprimir los movimientos de oposición y las expresiones de descontento popular), que intentó reducirse con la nueva constitución de 1991.
El primer presidente después del Frente Nacional fue el liberal Alfonso López Michelsen (1974-1978), su gobierno se caracterizó por la profunda división de su partido.
DESPUÉS DEL FRENTE NACIONAL
La etapa posterior al período del Frente Nacional ha estado caracterizada por la violencia política que se vive en el país, y que en ciertos ámbitos se considera como estructural, junto con un proceso de deslegitimación del sistema político favorecido por las prácticas clientelistas de los partidos tradicionales, así como por la corrupción y la inclusión de los narcotraficantes en las cámaras de representación y en la política del país.
Después del Frente Nacional el gobierno colombiano ha continuado en manos de los partidos tradicionales que han ocupado la presidencia de la república entre los años 1970-1982 y 1986-1998, sólo los gobiernos de Betancourt (1982-1986) y del actual presidente Andrés Pastrana han estado en manos de los conservadores.
Elecciones presidenciales colombianas 1970-1998
1970-1974 Misael Pastrana Partido Liberal.
1974-1978 A. López Partido Liberal
1978-1982 J.C. Turbay Partido Liberal
1982-1986 Belisario Betancourt Conservador
1986-1990 Virgilio Barco Liberal
1990-1994 César Gaviria Liberal
1994-1998 Ernesto Samper Liberal
1998- Andrés Pastrana Conservador
Si el Frente Nacional institucionalizó el bipartidismo y el exclusivismo político, junto a otras prácticas como el clientelismo y la corrupción, la promulgación de la nueva Constitución de 1991, que dejaba atrás las premisas del Frente Nacional y daba paso a una teórica participación de movimientos políticos y cívicos, no implicó cambios radicales en los gobiernos posteriores, que continuaron gravitando en torno a los partidos tradicionales o sus facciones, aunque se incorporaron a la vida política numerosos movimientos y partidos regionalistas. Tampoco se impidió volver a la dinámica clientelar anterior.
La incorporación de nuevas formaciones políticas a la vida colombiana se observa en las candidaturas presentadas en las elecciones para la Cámara de Representantes y para el Senado. En concreto, en la Cámara de Representantes (161 escaños) se presentaron 4.542 políticos de 107 partidos o movimientos inscritos en 692 listas electorales. Para Senado (102 escaños) se presentaron 3190 políticos de 78 partidos o movimientos inscritos en 318 listas. Además de la multiplicación de candidaturas, se observa el fraccionamiento de los diversos partidos. En el caso del Partido Liberal en el Senado, 152 de las listas presentadas correspondían a esta corriente. Este fenómeno de atomización también afecta al partido conservador. El fraccionamiento de los partidos liberales y la falta de credibilidad que arrastran han dado lugar en Colombia al surgimiento de movimientos independientes dirigidos por personalidades. Así, dentro del espectro político colombiano se pueden diferenciar tres bloques: liberales, conservadores e independientes.
A pesar de que el retorno al bipartidismo parecía un hecho en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 1998, los resultados evidenciaban la aparición de una nueva fuerza política representada por Noemí Sanín.
Votos %
Horacio Serpa 3.634.823 34,59
Andrés Pastrana 3.607.945 34,34
Noemí Sanín 2.824.735 26.88
Fuente: Registraduría Nacional de Colombia
Aunque en las presidenciales del 1998 el triunfo fue, finalmente, para los conservadores representados por Andrés Pastrana, la distribución del poder en el legislativo confirma el dominio de los liberales en las elecciones de marzo de 1998.
* Tanto en la categoría de Partido Liberal como de Partido Conservador se incluyen las diferentes facciones que forman parte de éstos.
** La Constitución del 91, en su artículo 171, explicita la existencia de dos senadores más elegidos en circunscripciones especiales para comunidades indígenas.
A pesar de la división entre liberales, conservadores e independientes, tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes se observa la inexistencia de disciplina de partido, de forma que hay liberales con tendencias conservadoras, conservadores con tendencias liberales, independientes con tendencias liberales o conservadoras, liberales o conservadores con tendencias independientes, etc.
Las elecciones legislativas supusieron un éxito para personas relacionadas con medios de comunicación y con el mundo de la farándula, así como para movimientos de tendencias religiosas que consiguieron mantener los cinco escaños que ocupaban. Así, estas elecciones fueron un fracaso para aquellas personas relacionadas con el ‘Proceso 8000', resultado de las investigaciones sobre la presunta financiación por parte de los narcotraficantes de la campaña electoral del presidente Samper. Las elecciones parlamentarias no se realizaron en condiciones de normalidad en muchos lugares del país debido a las amenazas de la guerrilla y de los paramilitares, así como por la existencia de fraude electoral (se detuvieron 2.819 personas en relación con esta cuestión).
Las elecciones presidenciales y las elecciones legislativas presentan diferentes características respecto a las elecciones de las corporaciones locales, municipales y departamentales del 26 de octubre de 1997, que se caracterizaron por la introducción de un sexto ‘Tarjetón’ (papeleta) a favor de la paz (denominada como mandato ciudadano por la paz, la vida y la libertad). Las elecciones de octubre de 1997 tuvieron una tasa de participación altísima, de diez millones y medio de personas aptas para votar votaron diez millones. Fue un voto de rechazo a la violencia y de confirmación de la voluntad de la población de vivir en paz. Esta participación fue puntual y en las elecciones presidenciales y legislativas del 98 se registraron niveles de abstención relativamente bajos. El aumento de la participación sobre años anteriores puede ser la causa de los mecanismos instaurados para favorecer el voto (reducción del servicio militar, ventajas en conceptos diversos como ingreso en la universidad, o solicitar una beca). En las elecciones municipales los liberales conservaron sus posiciones políticas, obtuvieron el 43.8% de las alcaldías más un 15.6% de alcaldías en coalición. Por su parte, los conservadores continuaron su retroceso aunque se mantenían como primer grupo minoritario del país. Los partidos y movimientos de izquierda fueron objeto de amenazas para disuadirles de presentar listas como de presentar candidatos. Por ejemplo, el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), antigua guerrilla desmovilizada no inscribió candidatos en Sucre al ser asesinados sus aspirantes y en el centro de Bolívar sufrieron atentados. Dentro de estos partidos y movimientos de izquierda que se presentaron en las municipales se señala el triunfo de los candidatos del Movimiento Esperanza, Paz y Libertad (el antiguo EPL).
sábado, 24 de mayo de 2008
ALFONSO LOPEZ MICHELSEN
Alfonso Antonio Lázaro López Michelsen (Bogotá, 30 de junio de 1913 - 11 de julio de 2007). Abogado y presidente de Colombia (1974-1978).
Hijo de las dos veces presidente de Colombia, Alfonso López Pumarejo. Estudió en el Gimnasio Moderno y en la Universidad del Rosario, donde obtuvo su título de Abogado. Durante los gobiernos de su padre se mantuvo alejado de la labor política y se dedicó a la academia, convirtiéndose en profesor de Derecho Constitucional de la Universidad del Rosario y a su profesión de abogado donde enfrentó una polémica en 1943 por representar a los accionistas colombianos de la compañía holandesa Handel acusado de favorecerse con una transacción de acciones de esta compañía mientras su padre Alfonso López Pumarejo ejercía la presidencia de la república.
Salvo por su participación como concejal de Engativá en 1938 se puede considerar que López Michelsen empieza su vida política pasados los 40 años; para muchos el comienzo tardío en la política es consecuencia de las acusaciones del caso Handel.
Este caso en particular, es ampliamente descrito en la obra "El Mesías de Handel", de Enrique Caballero Escobar. Fue esta, una razón adicional que obligo a su padre Alfonso López Pumarejo, a presentar renuncia irrevocable al cargo de presidente de la republica en 1945.
Durante el gobierno de Mariano Ospina Pérez (1946-1950) la acentuada violencia política obliga al ex presidente López a salir del país luego del incendio de su casa, su hijo Alfonso le acompaña en el exilio a México. En este país López Michelsen se dedica a la literatura a través la novela y el ensayo político y jurídico.
AÑOS 60: EL MRL (MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO LIBERAL) Y LA GOBERNACIÓN DEL CESAR
Tras la caída del General Gustavo Rojas Pinilla en 1957, los López regresan al país. En 1959 un grupo de sus antiguos estudiantes del Rosario funda el Movimiento Revolucionario Liberal (MRL), como reacción al pacto del Frente Nacional en el que participaba su partido, el Partido Liberal Colombiano, y en el que López Pumarejo, recientemente fallecido, había sido gestor principal; se le ofrece orientar y dirigir el nuevo movimiento, y López Michelsen acepta el reto político. Hasta ese entonces, su única ambición era alcanzar la rectoría de su Alma Mater. Es elegido Representante a la Cámara en 1960 por el MRL y se presenta como candidato a la Presidencia en 1962, siendo ampliamente derrotado por el conservador Guillermo León Valencia.
En 1966 es elegido senador, y logra pactar el regreso del MRL al oficialismo de su partido un año después, siendo nombrado por el Presidente Carlos Lleras Restrepo como el primer gobernador del recién creado departamento del Cesar; durante su paso por este cargo funda junto a Consuelo Araujo Noguera y Rafael Escalona el Festival de la Leyenda Vallenata en Valledupar, desde entonces es reconocido como uno de los principales conocedores y defensores de la música vallenata en Colombia. Un año después asume la cartera de Relaciones Exteriores, hasta el final del gobierno de Lleras, en 1970. El 16 de septiembre de 1966 participó en la ciudad de Medellín, como profesor, en la fundación de la Universidad Autónoma Latinoamericana, UNAULA, primera universidad colombiana que puso en vigencia los principios filosóficos del Manifiesto de Córdoba: cogobierno de estudiantes y profesores, libre cátedra, libre investigación científica, libre aprendizaje y vinculación de la universidad a los problemas de la sociedad.
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA (1974-1978) “EL MANDATO CLARO”
Para las elecciones de 1974 se presenta como precandidato de su partido, y logra la candidatura al derrotar al ex presidente Lleras Restrepo y luego del retiro de Julio César Turbay, quien lo respalda. Ganó las elecciones por amplia mayoría sobre el candidato conservador Álvaro Gómez Hurtado y la candidata de la ANAPO María Eugenia Rojas; como dato curioso, los tres dirigentes eran hijos de ex presidentes. Como un detalle inolvidable de su fina irreverencia, se recuerda su discurso de posesión el 7 de agosto de 1974 cuando, al tocar el candente tema del diferendo limítrofe con Venezuela en relación con el Golfo de Venezuela, lo llamó "Golfo de Coquivacoa", haciendo referencia así a su nombre indígena originario.
Durante su gobierno Colombia tuvo una segunda bonanza cafetera, pero a su vez altos niveles de inflación, además durante su periodo se inició la apertura para que las mujeres inicien la carrera militar voluntariamente, creó el HIMAT y el INCORA, estableció la mayoría de edad a los 18 años y restableció las relaciones de Colombia con Cuba.
Participó internacionalmente en la firma del Tratado Torrijos-Carter que garantizaba la futura devolución del Canal de Panamá por parte de los Estados Unidos a Panamá.
El 14 de septiembre de 1977 afrontó un Paro Cívico Nacional en protesta por las medidas antipopulares de su gobierno, se sabe de la muerte de varios sindicalistas y trabajadores heridos a manos de la fuerza pública, López Michelsen ese día impuso el toque de queda, este paro es recordado por los grupos de izquierda de Colombia por ser uno de los más grandes y por la acción brutal de la fuerza pública.
Al finalizar su mandato en 1978 reasume las riendas de su partido y se presenta a las elecciones de 1982 por el Partido Liberal que dividido con la candidatura disidente de Luis Carlos Galán Sarmiento del Nuevo Liberalismo fue derrotado por el candidato conservador Belisario Betancur, quien lideró un movimiento que convocó sectores políticos que iban más allá de su partido
Reconocido por muchos como uno de los principales pensadores contemporáneos de Colombia, se decía que cada vez que López hablaba, "ponía a pensar al país".
Luego de retirarse de la política activa, tras rechazar ser candidato a la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, emprendió una fuerte campaña en favor del intercambio humanitario desde 2002 y volvió a la plaza pública para respaldar a su partido, el liberal en las elecciones de 2006; así mismo en 2005 participó a favor de la aprobación de una ley que otorgaba derechos patrimoniales a las parejas homosexuales. En sus últimos días fue miembro Honorario de la Academia Colombiana de Jurisprudencia y colaborador del periódico El Tiempo, en el cual mantenía una columna dominical.
Alfonso López Michelsen murió en su casa en la ciudad de Bogotá el 11 de Julio del 2007 a las 4:00 a.m, por causa de un infarto; el 12 de julio fue velado en el Capitolio Nacional, donde fue acompañado por cientos de simpatizantes y el 13 de julio fue sepultado en el Cementerio Central de Bogotá.
CURIOSIDADES
López Michelsen era conocido como "El Pollo" López, en referencia a que el "gallo" político de la familia era su padre el ex Presidente López Pumarejo; este apelativo adquirió aún más popularidad cuando Rafael Escalona compuso el paseo "El Pollo" en 1973 para que fuera utilizado en la exitosa campaña presidencial de 1974.
Desde su creación en 1968, López Michelsen nunca faltó a un Festival de la Leyenda Vallenata; aún en 2007, prefirió viajar a Valledupar que participar en el Congreso Nacional del Partido Liberal, que se celebraba en Medellín el mismo fin de semana.
Para las elecciones de 1986, López Michelsen emprendió una campaña para convencer al ex ministro Virgilio Barco de postular a la Presidencia; pese al rechazo de Barco, al ser preguntado López por los medios acerca de la candidatura liberal a la presidencia éste respondió:"Y si no es Barco ¿quién?"; días después Virgilio Barco aceptó la candidatura.
Durante su administración, Alfonso López Michelsen decretó la emergencia económica para corregir el déficit fiscal, estableciendo un control de gastos de los institutos descentralizados; eliminación de subsidios y reducción del Certificado de Abono Tributario (CAT). Realizó la reforma tributaria y fiscal; estableció el impuesto de ganancia ocasional; triplicó el ahorro nacional; la inversión pública aumentó en un 61% y se incrementaron las exportaciones. A pesar de las medidas encaminadas a detener la inflación, ésta alcanzó el índice más alto de la historia. Por otra parte, López fortaleció las condiciones internas de la economía campesina para retener a esta población en su medio, logrando un aumento del 16% en la producción agrícola. Otorgó 986 títulos y se firmaron 4700 contratos de asignación de tierras; y el crédito agropecuario ascendió a 21 mil millones de pesos. Creó el Instituto Colombiano de Hidrología, Meteorología y Adecuación de Tierras (HIMAT), y el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (INCORA) recibió los distritos de riego.
Se aumentó en un 200% el salario mínimo en el campo y en la ciudad; se otorgó personería jurídica a 1100 sindicatos; se aumentó en un 40% la capacidad de energía eléctrica; se cambió la figura de "concesión" por la de "asociación" para la exploración petrolera; se construyeron gasoductos y oleoductos por 69 millones de dólares; se estructuró un plan de generación de energía de 2800 millones de dólares; se realizaron planes de vivienda para 246 mil familias; se destinaron 15 412 millones de pesos a planes de salud y se abrieron 30 nuevos hospitales; se destinaron 58 mil millones de pesos para la educación; se creó un millón de cupos para los cuatro niveles educativos; se invirtieron 2706 millones de pesos en construcciones escolares; se destinaron 6643 millones de pesos para vías de comunicación y 1432 millones para mejorar los puertos marítimos: Además, hubo bonanza cafetera y se abrió la carrera militar para la mujer.
Por otra parte sostuvo una campaña en la cual planteaba que la opinión publica debe saber con antelación cuales son los propósitos de un aspirante a la primera magistratura, en otras palabras deben discutirse los programas de gobierno, lo cual para López Michelsen constituye el Mandato Claro.
Lo que a nosotros nos deja evidenciar una forma sana en cuanto a la dirección o manejo de nuestros dirigentes.
Por otra parte cabe señalar que nuestros dirigentes siguen usando este método o ideología, llamado el mandato claro, evidenciado en las épocas de proselitismo político por cada uno de los candidatos, ya que firman ante las notarias correspondientes lo que será su programa de gobierno, dándolo a conocer públicamente, por diferentes medios.
Con la muerte de Alfonso López Michelsen, el año pasado, se cerró un largo capítulo de la historia oficial de Colombia, que marcó el siglo veinte. Es un cierre con formalismo, porque la historia de Colombia sigue siendo la misma. Se arrastra, una larga e interminable guerra. Infinita. Y menos fin tendrá mientras intervenga Estados Unidos como mentor de las oligarquías. Un aspecto característico de este cierre y apertura de otro proceso, de la transición uribista, el gobierno de Álvaro Uribe, es que los herederos oligarcas se unieron a grupos mafiosos para dirigir un Estado tutelado por Estados Unidos y su casta ultra conservadora.
En el largo capítulo de esta historia colombiana hay que destacar hoy los sesenta años que se cumplen de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, un caudillo liberal que en vida, y particularmente tras su muerte, marcó la historia de Colombia. La muerte de Gaitán fue el 9 de abril de 1948. Pareciera que sesenta años no son nada, y en verdad son bastante.Recapitulemos: López Michelsen, fue una figura del liberalismo, y uno de los “hijos del Ejecutivo”, como se estila llamar en Colombia a quienes son herederos de sangre y de hecho de los primeros cargos del país. A lo largo de su vida fue visto como teórico, buen ensayista, de la política, el manejo del Estado, oligárquico por supuesto, versado en vallenato y también estudioso del bolero, género musical latinoamericano.
Así López Michelsen fue entre otros detalles de su larga vida y abultado currículo, Presidente de Colombia, Canciller y primer gobernador que tuvo el Departamento del César, cuando Valledupar y áreas de influencias dejaron de ser La Guajira y asumieron carácter departamental. Así pulió sus conocimientos sobre vallenato. Fue padrino de vallenateros, y a su lado, en estos menesteres culturales del vallenato, estuvo la familia Araujo Noguera, actualmente afectada por el llamado "affaire" de la parapolítica, que le costó el cargo a la cancillera de la familia, y que tantos dolores de cabeza da al Presidente Álvaro Uribe.
Lo sustancial del legado del expresidente López Michelsen es su larga fidelidad a la oligarquía política de la cual fue heredero, además de un continuador de su permanencia en la estructura del poder social en Colombia. Como joven profesor y abogado litigante, López mereció el apelativo endilgado por Gaitán: hijo del ejecutivo.
Por acción u omisión, más allá de su exoneración jurídica, el hijo de López Pumarejo, contribuyó con sus habilidosas relaciones con la Handel a la caída del segundo gobierno de su padre, envuelto en una bruma de corrupción y desafecto de la opinión pública. Eran los tiempos en que ejercía la cátedra de Derecho Constitucional en la Universidad Nacional y barruntaba sus apuntes en libros, que muestran muy temprano su decidida apuesta por el legado hispano colonial y sus propuestas sobre el Estado fuerte. Fue un cultivador en el jardín de las ideologías históricas de la leyenda rosa de la dominación española.
En sus memorias, García Márquez, al referirse a los “maestros de grandes nombres”, se expresa así del expresidente: “Entre ellos Alfonso López Michelsen, hijo del único presidente colombiano reelegido en el siglo XX, y creo que de allí venía la impresión generalizada de que también él estaba predestinado a ser presidente por nacimiento, como en efecto lo fue”. Una manera de evocar lo que ha estado establecido en Colombia desde el siglo XIX: la herencia familiar del poder político de la oligarquía liberal-conservadora, a través de los llamados delfines, hijos del ejecutivo, parientes y una telaraña de intereses en la constelación de los poderes. El nepotismo para ejercer la dominación como algo establecido, normal, natural y lógico. En el porvenir veremos reaparecer al delfín, Alfonso López Caballero, reclamando como algo obvio, con todos los méritos que le da ser miembro del club, el ser nominado como candidato a inquilino del palacio de los presidentes.
Así las cosas, es lógico que López Michelsen fuera acérrimo opositor de la reforma agraria, no sólo la del presidente Lleras Restrepo, sino de todo tipo de reforma agraria en Colombia, y partidario de la vía capitalista en la agricultura, manteniendo la gran propiedad territorial latifundista y de hacienda. Su apología a la sociedad rural, tan oportuna en resaltar el folclor regional popular, le servía no obstante, para exaltar los valores de una oligarquía territorial de grandes familias.
Vivió para ver la fusión y complicidad de esta capa social con los nuevos hacendados y ricos, provenientes del narcotráfico y el crimen organizado. Y la irrupción de la ‘‘parapolítica’’, en la entraña misma del establecimiento que él defendió, con innovaciones de cambio que a la postre, eran de la estirpe del Gatopardo: que todo cambie para que todo siga igual.
Con el MRL, Movimiento Revolucionario Liberal, de oposición al Frente Nacional, López se erigió en un crítico brillante e incisivo de la nueva violencia, la supo analizar en sus mejores escritos políticos, como Vida, pasión y muerte del Frente Nacional, en que muestra como la vieja violencia liberal-conservadora, se ejercía por parte del Frente Nacional contra los disidentes del MRL y del campesinado. Además mostró el espectro social de esa nueva violencia. Esta actividad de escritor la mantuvo toda su vida, haciendo gala de su formación histórica y política, con un afán permanente por la actualidad internacional.Otra dimensión suya es la de haber defendido los logros de la Revolución Cubana y haber reestablecido las relaciones diplomáticas con la isla en su gobierno. Como Canciller de Lleras Restrepo, y luego como presidente, acentuó un propósito de solidaridad con la recuperación del canal de Panamá, así como su acción en la paz de Centroamérica, reconociendo el papel de la revolución Sandinista. No obstante, el gobierno de López Michelsen fue sencillamente reaccionario. Su máxima propuesta fue la famosa “pequeña constituyente”, un cenáculo bipartidista para reformar el Estado, que afortunadamente fracasó y que dejó maltrecho su prestigio como constitucionalista.
A los conflictos laborales y estudiantiles les dio tratamiento de movimientos subversivos, contra el orden público y con el expediente del Estado de Sitio reprimió la protesta y conculcó las libertades públicas, hasta llegar al paro cívico del 14 de septiembre de 1977, hace 30 años, el levantamiento urbano más importante desde el 9 de abril, con un saldo cuantioso de heridos, muertos y presos. Y el presidente exhibiendo tachuelas en la televisión, como prueba reina del propósito subversivo del paro, escena de la picaresca, que hizo las delicias de las caricaturas del maestro Osuna en El Espectador.
En la búsqueda de la reelección presidencial, se vio envuelto en relaciones peligrosas con la presencia del narcotráfico en su campaña, comenzando un nuevo ciclo político de la vida nacional signado por esta siniestra corrupción de las costumbres. El legado de senectud de López fue el del acuerdo humanitario, al que se dedicó con porfía. En sus escritos sobre este tópico desplegó creatividad jurídica y política, constituyendo su verdadero testamento político.
ASPECTOS GENERALES DEL PLAN DE DESARROLLO
El plan de desarrollo social económico y regional 1975-1978, tenía como objetivo central lograr un crecimiento de la economía que generara creación masiva de empleo y beneficiara “al cincuenta por ciento más pobre de la sociedad colombiana”. Según el doctor López Michelsen desde la década de los años treinta el país había tenido planes de desarrollo que se orientaron a proporcionar “un apoyo decisivo y una alta protección al sector moderno de la economía”.
Este fenómeno había implicado descuido del sector rural y ninguna solución a los problemas de los trabajadores agrícolas sin tierra o minifundistas. Este modelo de desarrollo basado en el estímulo a la industrialización “también fue dejando al margen de los beneficios del crecimiento económico, y por fuera de la economía moderna, a un numeroso grupo de personas en ciudades cuya población ha aumentado a un ritmo inusitado”.
Basado en las anteriores premisas planteó la urgencia de atenuar las desigualdades existentes entre campo y ciudad “reducir las brechas entre los barrios ricos y los barrios pobres, la brecha entre los que tienen acceso a los servicios de salud y educación, y los analfabetas y desnutridos”.
Para el logro de lo anterior la inversión pública se canalizaría prioritariamente al sector rural y a las ciudades intermedias. Dentro de ese orden de ideas, los planes sectoriales de salud y educación serían pilares importantes en el logro de los objetivos del plan general. El postulado que orientó esta estrategia fue muy claro: “se ha considerado que, a largo plazo, la* Investigador CIUP. Licenciado en Historia. Universidad del Rosario. Estudios de política de empleo más efectiva es dotar a la fuerza de trabajo de buena educación y buena salud con el fin de hacerla empleable”.
Los planes nutricionales irían en consonancia con los del sector educativo para aumentar las capacidades intelectuales de los educados. Acerca de las implicaciones de la desnutrición en el rendimiento escolar, afirmaba el plan: “Este fenómeno puede ser, precisamente la explicación de una parte sustancial de las bajas tasas de retención escolar y del hecho de que una gran masa de niños repita los primeros años de primaria”.
Otro de los supuestos del plan general que buscaba la integración con los planes sectoriales educativos planteaba “una apropiada política de alimentación y nutrición aumenta la productividad de las inversiones en educación, por cuanto no sólo acrecienta la capacidad de estudio y asimilación de los alumnos sino que también reduce las actuales tasas de deserción escolar”.
La nacionalización de la enseñanza
Una de las normas más importantes que se emitieron durante la administración López M., fue la Ley 43 del 11 de diciembre de 1975. La medida dispuso que la educación primaria y secundaria oficial sería en adelante “un servicio público a cargo de la Nación”. Es decir, todos los dineros que tradicionalmente gastaban los departamentos, intendencias y comisarías, el Distrito Especial de Bogotá y los municipios por este concepto, estarían en el futuro a cargo del fisco nacional. La ley dispuso que a partir de esa fecha la creación de nuevas plazas para maestros con cargo a la Nación se hiciera directamente por parte del Ministerio de Educación Nacional y redistribuyó el porcentaje que por concepto de impuesto a las ventas correspondía a cada administración regional. Igualmente, revistió al Presidente de la República de facultades por un período de doce meses, para que dictara el estatuto docente y estableciera su régimen salarial y prestacional. La medida dispuso también que las prestaciones del personal docente y administrativo causadas hasta esa fecha, estuvieran a cargo de las administraciones regionales. La Nación les concedía un plazo de 10 años para cancelar al Tesoro de la República el monto de dichos derechos. Así mismo, a partir de 1976 la Nación absorbería los gastos de funcionamiento por concepto de personal de la educación, inicialmente en un 200/o incrementándose año por año hasta completar el 1000/o en el año de 1980.
LA REESTRUCTURACIÓN DEL SECTOR EDUCATIVO
El plan sectorial del gobierno de López Michelsen, teniendo en cuenta los objetivos para la educación primaria (énfasis en las áreas rurales, promoción automática, mejoramiento de la calidad de la enseñanza, universalización o incrementos presupuéstales) planteó como una de las principales políticas la de “reestructurar el sistema educativo en sus diferentes niveles y modalidades, en busca de una mayor coherencia interna y de la adecuación de los programas al contexto socio-económico y características de los educandos”. La reestructuración anunciada en el plan se implementó en virtud del Decreto No. 088 de 1976. La medida organizó el sistema educativo en cuatro niveles: educación preescolar, educación básica, (primaria y secundaria) educación media e intermedia y Educación superior. La educación básica compuesta por cinco grados de primaria y cuatro de secundaria, se impartiría a la población escolar a partir de los 6 años de edad, y orientaría la vocación de los alumnos. Los cinco grados de primaria serían obligatorios y gratuitos en las escuelas del Estado. El Artículo15, definió la educación como un “servicio público en cumplimiento de una función social”.